La superficie francesa cautiva por diferentes motivos a los aficionados a los viajes por el mundo. Entre todas las razones que ofrece para conocer el país está la existencia de Lyon, una de las ciudades más pobladas de Francia.
Esta metrópoli, capital del departamento de Ródano y de la región Ródano-Alpes, es importante a nivel educativo, trascendente en materia cultural por el patrimonio histórico y arquitectónico que atesora e interesante para el turista por la amplia oferta de actividades que propone.
En esta urbe que fue fundada por el político y militar Lucio Munacio Planco sobre la colina de Fourvière existen varios sitios protegidos como Patrimonio Mundial de la Humanidad pero, de todos ellos, sólo el barrio medieval Vieux-Lyon, la zona de la Croix-Rousse y la franja conocida como Presqu’ile suelen concentrar la mayor parte de las visitas.
Como complemento de los paseos que permiten apreciar el pasado y las características de esta localidad que vio nacer a personalidades como Antoine de Saint-Exupéry, Raymond Domenech y Karim Benzema, Lyon ofrece durante todo el año diferentes espectáculos artísticos, eventos deportivos y propuestas gastronómicas.
Bandera, mapa y datos generales
Nombre oficial: Lyon País: Francia Superficie: 47,87 Km2 Población Total: 480.660 habitantes Densidad de Población: 10.040,94 hab./Km2 Idioma Oficial: Francés Moneda: Euro
Clima
En Lyon predomina un clima de tipo continental que puede sorprender a los viajeros por sus repentinas variaciones.
Por lo general, en esta ciudad los veranos son cálidos y secos, con temperaturas que alcanzan un promedio de 27 grados centígrados. Si bien por esta época no suelen registrarse lluvias frecuentes, cuando se desencadenan aparecen en forma de tormenta intensa.
La temporada invernal, en cambio, se caracteriza por transformar el ambiente en un entorno frío y expuesto a fuertes ráfagas de viento que vuelven más baja a la sensación térmica, aunque el termómetro pocas veces desciende por debajo de los 0 grados centígrados. Como entre diciembre y marzo es habitual que se produzcan nevadas, numerosos turistas prefieren viajar hasta esta zona en esa época para disfrutar de los deportes de invierno y jugar en la nieve.
Principales características
Historia
Lucio Munacio Planco, cónsul y censor romano, fue el fundador de una colonia en la colina de Fourvière en el año 43 a. C. La zona, de todas formas, ya estaba poblada: allí se encontraba una fortificación celta conocida como Lugdunum.
La ubicación de Lugdunum hizo que los romanos convirtieran al asentamiento en el punto de partida de los caminos más importantes que recorrían la Galia y, más adelante, en la capital de dicha región.
A partir del siglo III, la ciudad empezó a experimentar un deterioro y, en 297, perdió su condición de capital. Lugdunum pasa a ser entonces sólo una sede administrativa provincial.
El control francés de Lyon recién comenzaría en el siglo XIV. Dos siglos más tarde, con la llegada de comerciantes y banqueros florentinos, la instalación de imprentas y el comercio de seda, alcanzó un gran desarrollo económico. Fue entonces cuando se construyeron varios edificios de estilo renacentista que aún pueden apreciarse. La mayoría de ellos se hallan en el barrio de Vieux-Lyon, a orillas del río Saona y en la base de la colina de Fourvière (que alberga el teatro y otras ruinas romanas).
Uno de los principales edificios históricos de Lyon es el Ayuntamiento (Hôtel de Ville de Lyon), que se construyó entre 1645 y 1651 y fue restaurado varias veces a lo largo de la historia. Aún más antigua es la Catedral Saint-Jean, levantada entre 1180 y 1480 con un estilo que combina elementos románicos y góticos.
Para aquellos viajeros que disfrutan al recorrer cementerios gracias a sus esculturas y bóvedas, el Cementerio de la Croix-Rousse es una buena opción histórica. Fue fundado en 1823 y actualmente alberga, junto a un sector más moderno, unas 40.000 tumbas.
Fort Montluc, por último, es un atractivo histórico que nació como prisión en 1835 y que fue utilizado por la Gestapo durante la ocupación nazi como centro de interrogatorios.
Economía
El desarrollo económico más importante de Lyon se inició en la Edad Media. Durante el renacimiento, numerosos comerciantes comenzaron a llegar a la ciudad atraídos por las ferias. Poco a poco, varios banqueros florentinos se asentaron en la zona y contribuyeron al desarrollo, convirtiendo a Lyon en uno de los mayores centros financieros de Europa.
La prosperidad fue aún mayor gracias al comercio de seda, que fue el punto de partida para el desarrollo de la industria textil. La seda no sólo fue importante desde el punto de vista económico, sino también social, ya que obreros del sector protagonizaron importantes revueltas en 1831 y 1834.
En la actualidad, Lyon es un destacado centro industrial, con presencia de empresas farmacéuticas, químicas y biotecnológicas. La ciudad exhibe el segundo PIB más alto de Francia, por detrás de París. Los habitantes locales, por otra parte, gozan de uno de los poderes adquisitivos más elevados del planeta.
La ubicación geográfica sigue favoreciendo, de manera semejante a lo que acontecía en la época romana, el comercio y la innovación. Por eso abundan los laboratorios y las empresas dedicadas a la investigación.
El principal barrio de negocios de Lyon es Part-Dieu, al este del Ródano. Este es el segundo distrito de negocios de la nación después de Lá Defense (París), con 1.600 metros cuadrados de servicios. La estación de trenes construida en 1978, que facilita la comunicación con otros medios de transporte, es muy importante para la economía y el turismo.
Cultura
Más de cuatrocientas hectáreas de Lyon forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Dicha inclusión en el listado fue justificada por el desarrollo económico, político y cultural que impulsó Lyon a lo largo de su extensa historia.
Ese dinamismo no se perdió con el paso del tiempo. Actualmente los lioneses y los turistas pueden disfrutar de diversos eventos culturales. El más importante es el Fête des Lumières, que se originó en el siglo XIX y que atrae a unos cuatro millones de personas cada año. El festival consiste en el montaje de espectáculos de luz y sonido sobre los principales edificios y monumentos de la ciudad durante cuatro noches, con su momento cumbre en la noche del 8 de diciembre.
El teatro romano de Fourvière es la sede de Les Nuits de Fourvière, un festival de música y teatro que se desarrolla durante las noches de verano. Otro evento nocturno es Les Nuits Sonores, dedicado a la música electrónica.
La literatura (Quais du polar), el cine (Grand Lyon Film Festival) y las artes plásticas (a través de una bienal internacional) también dicen presente en las calles de Lyon.
La oferta museística de la ciudad, por otra parte, incluye al Museo de Bellas Artes (establecido en 1801), el Centre d’Histoire de la Résistance et de la Déportation, el Musée Gadagne y el Musée de l’Imprimerie.
Sitios de interés
La ciudad de Lyon cautiva a viajeros de todas partes del mundo porque les permite, a través de su valioso patrimonio, desarrollar recorridos de perfil histórico, conocer las costumbres del pueblo, entretenerse con un sinfín de actividades recreativas, realizar excursiones hacia sitios de relevancia religiosa y sorprenderse con las exquisiteces gastronómicas típicas de la región.
La Basílica Notre-Dame de Fourvière, el Fuerte Montluc, el Aquarium, la Catedral, el Cementerio de la Croix-Rousse, el Jardín Rosa Mir, el Museo de Bellas Artes y la Gran Sinagoga son algunos de los lugares más interesantes que se encuentran en esta bella urbe francesa.
Catedral de Lyon
Uno de los sitios que tienen a su disposición los turistas para conocer el pasado de Lyon es la Iglesia Saint-Jean, templo que también se popularizó bajo el nombre de Catedral de Lyon.
Este lugar de importancia religiosa se construyó entre 1180 y 1480 y mezcla en su estructura detalles arquitectónicos románicos y góticos. En su interior, esta catedral y primado francés atesora un reloj astronómico cuyo origen data del siglo XIV, mientras que en su fachada (espacio que fue restaurado en 1982) pueden apreciarse 300 medallones que recrean diversos episodios tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
Desde que fue inaugurada, esta iglesia fue testigo de numerosos eventos trascendentes a nivel político y religioso ya que, por ejemplo, fue escenario del Primer Concilio de Lyon, del casamiento entre Enrique IV y María de Médici y de la coronación del Duque Richelieu como cardenal.
Plaza de Bellecour
El territorio francés posee en el centro de la ciudad de Lyon uno de los espacios más frecuentados por los turistas por su ubicación neurálgica y su importancia histórica y cultural: la Plaza Bellecour.
Se trata de un atractivo popular incluido en la zona considerada como Patrimonio de la Humanidad que, con sus 310 por 200 metros de superficie, se ha convertido en una de las plazas de forma cuadrangular más grandes del continente europeo, así como también se destaca por ser la más grande de uso peatonal.
La Plaza Bellecour, cuyo centro está embellecido por una estatua de Luis XIV y atesora en uno de sus vértices un pequeño monumento en honor a Antoine de Saint-Exupéry, se ubica entre los ríos Ródano y Saona, en el segundo distrito de la ciudad. De ella nacen las principales calles comerciales de la metrópoli y por debajo suyo confluyen dos de las líneas de metro más importantes de Lyon.
Jardín Botánico
Al acercarse hasta el corazón de la ciudad de Lyon, todo viajero puede encontrar el interesante Jardín Botánico, un espacio de ocho hectáreas de extensión (de los cuales poco más de seis mil metros cuadrados están destinados a invernaderos) que se ubica en el llamado Parc de la Tête d’Or.
Este jardín que comenzó como un proyecto ecológico en 1792 es, hoy en día, uno de los rincones verdes más ricos del territorio europeo. Allí, además de brindarse protección a cerca de quince mil especies botánicas, funcionan un herbario (integrado por 150 mil especímenes reunidos desde el siglo XVII) y una biblioteca que, si bien no está abierta al público, permite acceder a sus documentos previa solicitud.
Helechos, bambúes y peonías son algunos de los tipos de plantas que enriquecen la colección del Jardín Botánico de Lyon.
Actividades y atractivos turísticos
La historia, la cultura y el entorno natural constituyen razones más que válidas para planear un viaje a Lyon. El turista que llega a la ciudad descubrirá que existen múltiples opciones para disfrutar del día y la noche.
Los amantes de la gastronomía podrán advertir por qué Lyon es una referencia a nivel mundial. En esta región nacieron varios de los platos más famosos de Francia, como la soupe d’oignon (sopa de cebolla), el andouillette (un tipo de salchicha) y los coussins (bombones a base de chocolate y pasta de almendra). Los restaurantes típicos de Lyon se conocen como bouchons.
Quienes deseen organizar un recorrido basado en el turismo religioso, no sólo deberían considerar una visita a la Catedral, sino que existen otros templos relevantes. La Gran Sinagoga (inaugurada en 1864), la Chapelle de la Trinité (cuya construcción finalizó en 1622) y la Iglesia de San Jorge (situada junto al río Saona) merecen una visita.
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Ríos
El Saona y el Ródano son los ríos que dominan la superficie de Lyon. El río Saona (afluente del Ródano) tiene una extensión de 480 kilómetros, de los cuales unos 365 son navegables. Diversos canales lo unen al Loira, el Yonne, el Meuse y el Rin. El Ródano, por su parte, nace en los Alpes suizos y desemboca en el mar Mediterráneo. Su extensión supera los 800 kilómetros. Ambos ríos se encuentran atravesados por diversos puentes a lo largo de sus recorridos, lo que contribuye a la belleza del paisaje gracias a la calidad arquitectónica de las construcciones en cuestión.
Colinas
Lyon está situada a unos 173 metros sobre el nivel del mar, con su punto más alto a más de 310 metros. La ciudad se desarrolla a lo largo de dos grandes colinas: Fourvière y Croix-Rousse.
La Fourvière, situada en la zona oeste, fue el sitio original donde se encontraba la aldea romana de Lugdunum. Su ladera junto al Saona alberga el barrio de Vieux-Lyon, con la famosa Basílica Notre-Dame de Fourvière. La Croix-Rousse, en el norte del territorio lionés, supo contar con una gran cantidad de talleres para la confección de telas de seda. Por eso se la conoce como “la colina que trabaja”, mientras que la Fourvière es “la colina que reza”.
Espacios Verdes
El Parc de la Tête d’Or es el parque urbano más extenso de Francia, con una superficie de 117 hectáreas. Cuenta con una variada oferta para los visitantes, que incluye un jardín botánico (nacido en 1792), un zoológico (con leones, jirafas, elefantes, antílopes y otros animales), un lago (donde es posible navegar con botes), un velódromo y cuatro rosedales. Este espacio verde es visitado durante todo el año pero, por supuesto, recibe un mayor caudal de gente en la temporada de verano, cuando los turistas y los pobladores locales se acercan a practicar deportes o simplemente caminar al aire libre.
