Mucha gente desde hace mucho tiempo está viendo la posibilidad de dejar la tierra ante los desastres ocasionados por el ser humano o la naturaleza y ambos (cambio climático, depredación, epidemias o guerra bacteriológica, contaminación del ambiente, guerras, entre otros).
Ante ese panorama los(as) científicos(as) están explorado vida en otros planetas, primero los ubicados en nuestro sistema solar y luego fuera de este.
Es por ello por lo que el planeta Venus está siendo noticia porque al parecer hay una posibilidad de irnos a vivir allá. Unos científicos(as) de la Universidad de Cardiff, Gales, Reino Unido han localizado un gas que contiene fósforo y es sin color, sin olor, con fragancia a ajo y flamable al contacto con el ambiente.
La información ha dado la vuelta al mundo, al mismo tiempo que ese equipo ha dado a conocer en la en la revista “NATURE ASTRONOMY” posibles rastros de que en nuestro vecino planeta exista vida. Concluyeron esto después de que examinaran la fosfina, elemento contenido en la atmosfera de ese planeta. En la tierra se le vincula con organismos muertos y excrementos.
El haber encontrado esto ha generado expectativa de que posibles indicios de vida son los que generen el gas, sin embargo, no se excluyen otros indicios como procesos fotoquímicos o geoquímicos que se desconocen puedan generar esa sustancia.
Actualmente en Venus es muy posible que no exista vida por su atmósfera ácida, aunque su ambiente sea tibio, condición imprescindible para la vida
Los descubridores han hecho hincapié que se requieren más estudios y prototipos para encontrar la causa de este elemento. Para ello se han propuesto realizar exámenes, análisis a sus nubes y superficie con el objetivo de captar muestras en el mismo lugar.
Venus no es exclusivamente el planeta vecino a nosotros, sino que es idéntico en tamaño. En ese planeta la atmósfera no es respirable para la vida humana, puesto que nos ahogaríamos y nos aplastaría la presión atmosférica reinante.
En 1967 Carl Sagan dio a conocer en la revista Nature, los resultados de una investigación donde plantó la posibilidad de que existieran microorganismos que suspendieran en la atmósfera, adaptadas para subsistir con elementos venenosos como los que se localizan en la superficie de Venus.
En ese entonces el científico no tuvo razón, en este momento hay posibilidades que, si no se encontraran medusozoa flotantes, posiblemente se localice algún tipo de vida menos rara. Solamente los soviéticos en 1985 mandaron a Venus la nave Venera y partir de ese momento no se ha mandado otro vehículo a ese planeta.
Esperemos que otros países decidan explorar más al vecino planeta, así la comunidad internacional podrá asegurar si existen o no condiciones para habitarlo.