Turismo

Viajes a Polinesia Francesa

La región sur del océano Pacífico alberga un grupo de islas y archipiélagos que constituyen un verdadero paraíso natural y atraen a miles de turistas al año. Se trata de la Polinesia Francesa, una Colectividad de Ultramar (Collectivité d’outre-mer) que pertenece a Francia.

La Polinesia Francesa se reparte en unos 2.500.000 kilómetros cuadrados de océano. Sus islas, de origen volcánico o coralino, ocupan una superficie de 4.167 kilómetros cuadrados, aunque muchas de ellas se encuentran deshabitadas. La población total se estima en 275.000 habitantes, de los cuales unos 128.000 ciudadanos viven en Papeete, la capital de la región que se encuentra en la isla de Tahití. Islas de la Sociedad, Islas Australes, Islas Bass, Islas Marquesas, Archipiélago Tuamotu e Islas Gambier son los grupos de islas que conforman la Polinesia Francesa, donde el francés y el tahitiano son los idiomas oficiales.

El turismo es la principal actividad económica de este territorio que cuenta con 51 aeropuertos y, en varias de las islas, una desarrollada infraestructura hotelera. Un dato a tener en cuenta es que los comercios no suelen aceptar divisas extranjeras, sino que prefieren el pago en Francos CFP, la moneda local.

Bandera, mapa y datos generales

Bandera, mapa y datos generales
Bandera, mapa y datos generales

Nombre Oficial: Polinesia Francesa Capital: Papeete Superficie: 4.167 Km2 Población Total: 274.578 hab. (Según datos estimados en 2006) Ciudad con mayor cantidad de habitantes: Papeete Densidad de Población: 66 hab./Km2 Idioma Oficial: Francés y Tahitiano Otros idiomas o lenguas: – Tipo de Gobierno: Colectividad de ultramar Moneda: Franco CFP Prefijo telefónico: +689 Teléfonos Útiles:Policía: 17Bomberos: 18Urgencias médicas: 15

Clima

Conocer el clima de la región que se pretende visitar es casi una obligación para los turistas, ya que no sólo los ayuda a determinar la época en la cual realizar el viaje sino que también les permite seleccionar la vestimenta adecuada y tomar eventuales recaudos ante la existencia de fenómenos que puedan poner en riesgo la vida de uno.

La Polinesia Francesa, por ejemplo, resulta más atractiva entre mayo y octubre debido a que, en esa época del año, las lluvias son escasas, el aire es seco y las temperaturas no son tan agobiantes. Si se viaja entre los meses de noviembre y abril, en cambio, en esta zona de clima tropical moderado por acción de los vientos alisios sólo se sentirán las consecuencias de la estación lluviosa y un calor sofocante.

Principales grupos de islas

Islas de la Sociedad

Islas de la Sociedad
Islas de la Sociedad

Aunque la Polinesia Francesa abarca varios grupos de islas, puede decirse que las Islas de la Sociedad son las más destacadas debido a que, dentro de ellas, está incluida Tahití, la más grande y conocida a nivel mundial. En esa zona, además, se ubica Papeete, la capital de esta colectividad de ultramar.

En lo que a las Islas de la Sociedad respecta, no se puede dejar de mencionar que este sitio que sirvió de escenario para tres expediciones organizadas entre 1772 y 1775 por Manuel Amat y Juniet, el virrey de Perú, constituyen un archipiélago ubicado al sur del océano Pacífico.

La historia de la región se remonta a 1722, cuando un neerlandés descubrió una de las tantas islas que forman parte de este conjunto. En 1767, fue el turno de Tahití y, en 1843, el área se convirtió en protectorado francés. A partir de 1880, las Islas de la Sociedad (las cuales fueron bautizadas como Borbón por el francés Louis Antoine de Bougainville y tomaron su nombre del ingenio de James Cook, quien la denominó Society Islands en honor a la Sociedad Real de Londres) se transformaron en una colonia.

Este territorio se encuentra dividido, tanto geográfica como administrativamente, en dos grupos: las Islas del Viento (franja en cuya superficie se localizan Mehetia, Tahití, Moorea,Maiao y Tetiaroa) y las Islas de Sotavento (donde se ubican Huahine, Raiatea, Tahaa, Bora Bora, Tupai, Maupiti, Maupihaa, Manuae y Motu One).

Islas Marquesas

Islas Marquesas
Islas Marquesas

En 1595, el navegante español Álvaro de Mendaña descubrió un archipiélago ubicado a menos de 2.000 kilómetros al noreste de Tahití que, en la antigüedad, había sido habitado por polinesios procedentes de las islas Samoa. Tras recorrer el lugar, el europeo decidió bautizarlo como Islas Marquesas de Mendoza en honor a García Hurtado de Mendoza y Manrique, el virrey de Perú. Sin embargo, todavía faltaba más para cerrar esta historia ya que, en 1791, el norteamericano Joseph Ingraham amplió esta superficie al descubrir las islas del norte, a las que llamó Islas Washington.

Esta región de la Polinesia Francesa donde funcionan cuatro aeropuertos está segmentada en dos grupos: el del Norte (donde se encuentran la isla de Nuku Hiva y las de Ua Pou y Ua Huka) y el meridional de Tahuata, Moho Tani y Fatu Hiva, el cual rodea a la isla principal de Hiva’Oa.

Las Islas Marquesas (con excepción de Motu One) se caracterizan por su origen volcánico, su relieve escarpado y la ausencia de arrecifes de coral que protejan la costa. Allí, las especies endémicas no abundan pero, de todas formas, es posible encontrar tiburones en aguas profundas, algunas aves, insectos, mariposas, arañas y hasta una variedad de murciélagos.

Archipiélago Tuamotu

Archipiélago Tuamotu
Archipiélago Tuamotu

En el océano Pacífico, al este de las Islas de la Sociedad, existe un territorio que forma parte de la Polinesia Francesa y alberga 78 islas y atolones de coral. El nombre de este archipiélago donde el clima es tropical y el paisaje, diverso e interesante, es Tuamotu.

Este sitio atractivo para el turismo por reunir las condiciones ideales para la práctica del buceo de observación alcanzó una gran popularidad a nivel mundial en 1947, cuando el explorador noruego Thor Heyerdahl navegó, en su balsa denominada Kon-tiki en honor al dios solar de los Incas, desde Sudamérica hasta la isla Raroia. Décadas más tarde, el archipiélago Tuamotu (el cual depende en materia administrativa de las islas Tuamotu-Gambier, una de las cinco subdivisiones de la región) también fue noticia, pero, en esa oportunidad, no por un motivo aventurero, sino por haber sido el escenario elegido por Francia para realizar pruebas nucleares en los atolones de Mururoa y Fangataufa.

En Tuamotu es posible encontrar cocoteros, árboles de pan, cultivos de vainilla, frutos tropicales, varias especies de aves, numerosos insectos y reptiles y una interesante variedad de ejemplares en el ámbito submarino.

Sitios de interés

Sitios de interés
Sitios de interés

La Polinesia Francesa cuenta con varias localidades desarrolladas que ofrecen todas las comodidades al turista, mientras que otras islas o atolones apenas permiten realizar paseos y excursiones sólo durante el día ya que no cuentan con hoteles o refugios. Maiao, en Islas de las Sociedad, es una de estas pequeñas islas donde el turismo no está desarrollado, aunque sus dos lagos interiores y su laguna exterior rodeada de barreras de coral merecen una visita. Maupiti (con su templo protestante), Manuae (lugar ideal para apreciar tortugas marinas) y Taravai (presenta los restos de la Iglesia de Saint Gabriel) también forman parte de los atractivos de la Polinesia Francesa.

Tahití

Tahití
Tahití

Tahití u Otaheite, que forma parte de las Islas de la Sociedad, es la isla más grande de la Polinesia Francesa. Cuenta con una superficie de más de 1.000 kilómetros cuadrados que está separada por el istmo de Taravao. La región noroeste se conoce como Gran Tahití (Tahiti Nui), mientras que el suroeste recibe el nombre de Pequeña Tahití (Tahiti Iti).

La ciudad de Papeete se encuentra en esta isla y es la capital de la Polinesia Francesa. El Aeropuerto Internacional de Faa’a y el Boulevard Pomare facilitan los viajes hasta esta ciudad, mientras que el mercado municipal (Marché Papeete) permite el abastecimiento de los pobladores locales y los turistas.

La localidad de Papeari (donde existe un museo con obras de Paul Gauguin, el famoso pintor francés que vivió en Tahití) y el Monte Orohena (2.241 metros de altura) son otros sitios que ningún turista debe dejar de visitar.

Bora Bora

Bora Bora
Bora Bora

En Islas de Sotavento, uno de los grupos de islas que pertenecen al archipiélago conocido como Islas de la Sociedad, se encuentra Bora Bora. Se trata de un territorio formado por un volcán extinto que se encuentra rodeado por una laguna. Un arrecife, a su vez, separa esta laguna del mar.

Bora Bora tiene una superficie de menos de 30 kilómetros cuadrados. Está situada a 260 kilómetros de Pepeete (Tahití) y tiene una población de casi 9.000 habitantes, muchos de los cuales trabajan en la industria turística.

Las principales cadenas hoteleras del mundo se han establecido en los motus de Bora Bora, que son pequeños islotes con una densa vegetación. Las habitaciones suelen ser pequeñas cabañas construidas sobre el agua y conectadas con la isla principal mediante puentes de madera o un servicio de lanchas. Muchos de estos hoteles tienen vista hacia las islas cercanas, como Maupiti, Tahaa y Raiatea. Otros, en cambio, permiten apreciar el Monte Otemanu, el punto más alto de Bora Bora con 727 metros.

Moorea

Moorea
Moorea

La isla volcánica de Moorea se encuentra a sólo 17 kilómetros de Tahití. También conocida como Aimeho o Eimeo, Moorea presenta dos bahías en su zona norte: la Bahía de Opunohu y la Bahía de Paopao o Cook. Ambas bahías pueden ser apreciadas desde el mirador de Belvedere (Roto Nui). Moorea cuenta, por otra parte, con ocho valles y una laguna externa donde habitan rayas y tiburones.

El territorio de esta isla de 133,5 kilómetros cuadrados es montañoso, con laderas cubiertas por plantaciones de pomelo, piña y aguacate. El punto más alto de Moorea es el Monte Tohiea, con 1.207 metros de altura.

Los turistas suelen llegar a Moorea desde Tahití a través de embarcaciones que parten desde el puerto de Papeete o incluso en avión, tras unos cinco minutos de vuelo. La isla presenta hoteles de lujo con todas las comodidades al viajero.

Atractivos naturales

Atractivos naturales
Atractivos naturales

Cuando alguien piensa en un paraíso terrenal, es muy probable que tenga en la mente un lugar como la Polinesia Francesa. La arena blanca, el agua turquesa, los arrecifes de coral, los peces multicolores y las montañas cubiertas por vegetación forman una combinación que resulta irresistible para cualquier viajero. Si a esto le sumamos los hoteles de lujo a un paso del mar y el colorido de los poblados, la propuesta se completa a la perfección.

La luna de miel más romántica, un viaje familiar para disfrutar de la naturaleza o una travesía con amigos pueden tener lugar en cualquier isla de la Polinesia Francesa con satisfacción garantizada. Es casi imposible decepcionarse en un sitio donde la comodidad que brindan los resorts de nivel internacional se encuentra junto al sol, el agua tibia del Pacífico y la naturaleza virgen.

Montañismo

Los montes son una constante de muchas islas de la Polinesia Francesa. Bora Bora, Tahití, Maupiti y Moorea son algunos de los lugares que permiten realizar actividades de montañismo. Escalar un monte en la Polinesia es una experiencia fascinante: alcanzar la cima ofrece, sin dudas, una de las vistas más hermosas que pueden encontrarse en este planeta. Varias islas, por ejemplo, presentan acantilados de gran altura junto a la selva. El Monte Orohena (2.241 metros de altura) y el Monte Aorai (2.066 metros), en Tahití, y el Monte Tohiea (1.207 metros), en Moorea, son algunos de los principales desafíos para los escaladores.

Buceo

Aunque en la Polinesia Francesa pueden practicarse un sinfín de actividades recreativas, son pocos los que pueden resistirse a explorar el mundo submarino. Por la diversidad y preservación del ecosistema, este rincón del planeta es uno de los destinos más elegidos por aquellos que sueñan con conocer los secretos que la naturaleza esconde bajo las aguas cristalinas.

En el área correspondiente a las Islas de la Sociedad, por ejemplo, los aventureros pueden, al sumergirse, asombrarse con flores de coral, medusas, importantes bancos de peces y hasta encontrar algún que otro resto perteneciente a barcos hundidos. Los más valientes, en cambio, al bucear en las Islas Leeward encontrarán rayas de todo tipo, tiburones, barracudas y numerosos ejemplares de peces multicolores.

Trekking

Las extensas caminatas a través de senderos naturales seducen a muchos viajeros que desean disfrutar del entorno natural. En Moorea, por ejemplo, se realizan excursiones a la Garganta de los Tres Cocoteros mientras se atraviesan bosques, riachuelos y zonas montañosas. Hitiaa, en Tahití, presenta caminos escarpados que permiten acceder a increíbles grutas naturales creadas por el paso de lava volcánica. Se recomienda, en todos los casos, solicitar la asistencia de guías o, al menos, comenzar las excursiones a primera hora del día, ya que la mayoría de los senderos de trekking de la Polinesia Francesa carecen de señalizaciones.

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