De las cuatro naciones que integran el Reino Unido, Escocia es la más septentrional. Este país de clima templado y oceánico, junto a Inglaterra y Gales, forma parte de la isla de Gran Bretaña, de la cual ocupa un tercio de la superficie total.
Escocia, que fue un estado independiente hasta 1707, limita con el océano Atlántico, el mar del Norte, Inglaterra, el Canal del Norte y el mar de Irlanda. Su capital es Edimburgo, aunque es Glasgow su ciudad más grande y poblada.
El Palacio de Holyrood, la Galería Nacional de Edimburgo, el Corazón Neolítico de las Orcadas, el Monumento Nacional William Wallace, el Parque Nacional Cairngorms, el Lago Ness (famoso por los supuestos avistamientos de una criatura monstruosa que habita en sus aguas) y el Bosque de Rothiermurchus son algunos de los atractivos que atesora este país. A través de ellos, el viajero puede llegar a conocer gran parte del pasado y la riqueza natural de una nación donde también es importante la cultura, un aspecto que se manifiesta a través del arte, la gastronomía y el deporte.
Bandera, mapa y datos generales
Nombre Oficial: Escocia Capital: Edimburgo Superficie: 78.782 Km2 Población Total: 5.116.900 habitantes Ciudad con mayor cantidad de habitantes: Glasgow Densidad de Población: 64,95 hab./Km2 Idioma Oficial: Inglés, Escocés, Gaélico escocés Entidad: Nación Constitutiva del Reino Unido PIB: US$ 141.000 millones Moneda: Libra Esterlina Prefijo telefónico: +44 Teléfonos Útiles: Policía: 911Bomberos: 911Urgencias médicas: 911
Clima
Escocia es un país de clima templado y oceánico donde los inviernos son suaves y los veranos suelen ser húmedos. Por la influencia de las corrientes marinas y las temperaturas del mar del Norte, el oeste resulta más cálido que el este.
En enero, la temperatura media es de 3 grados centígrados, mientras que en abril el termómetro ofrece marcas cercanas a los 7 grados centígrados y, en julio, de 13 grados centígrados.
El periodo comprendido entre mayo y octubre es, por lo general, el más propicio para realizar un viaje por la superficie nacional aunque, por las variaciones climáticas, es importante tener en cuenta que, cualquiera sea la época en la que uno llegue, para evitar sorpresas con el ambiente habrá que tener cerca algunas prendas de abrigo e impermeables para protegerse de las lluvias que pueden desencadenarse en cualquier momento del año.
Principales ciudades
Edimburgo
Desde 1437, la capital de Escocia es Edimburgo, la segunda ciudad más grande del país. Esta metrópoli de clima oceánico donde los inviernos son suaves y la temporada estival se caracteriza por ser algo fresca, se encuentra sobre la costa este de la superficie nacional, a orillas del río Fiordo de Forth.
En esta sede de gobierno que, durante la Era de la Ilustración, supo ser uno de los centros más destacados en materia de cultura y educación, el turismo y los servicios financieros son importantes en la generación de ingresos.
Esta localidad, conocida también como “Auld Reekie” (“Vieja Chimenea”, en escocés), “Atenas del Norte”, “Dunedin” y “Embra”, posee un interesante centro histórico donde, además de numerosas edificaciones antiguas, se lucen los Jardines de la Calle de los Príncipes.
Por sus particularidades arquitectónicas y su riqueza cultural, tanto la Ciudad Vieja como la Ciudad Nueva de esta urbe famosa por su festival anual han sido declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
La Catedral St. Giles, el Museo Real de Escocia, el Castillo de Edimburgo, el Real Jardín Botánico, los barrios de Tollcross, Calton y Church Hill, la Galería Nacional de Escocia y el Monumento a Scott son construcciones y lugares que ningún viajero debería dejar de apreciar y valorar al pasear por la capital escocesa, cuyo puerto se localiza en Leith.
Glasgow
La ciudad más grande de Escocia es Glasgow, una metrópoli de veranos soleados que fue fundada durante el siglo VI, a orillas del río Clyde, por el misionero cristiano San Mungo.
El lugar, que prosperó como centro religioso y más tarde ganó relevancia en materia comercial, adquirió estatus de ciudad en el siglo XII. La primera catedral de piedra que se ubicó allí se consagró en 1136, pero tiempo después fue reemplazada por otra de mayores dimensiones que fue consagrada en 1197.
Hoy en día, Glasgow ofrece numerosas alternativas para conocer su pasado y su cultura, además de seducir al visitante con la posibilidad de disfrutar diversos espectáculos, tanto artísticos como deportivos.
El Museo Kelvingrove (donde se conserva una de las mayores colecciones de arte cívico de Europa), el Castillo Crookston, el Parque Cathkin y el Palacio del Pueblo son algunos de los sitios más atractivos que se pueden encontrar en la ciudad.
Dundee
Por cantidad de habitantes, Dundee es la cuarta metrópoli más grande de Escocia. Esta urbe, que en 2004 fue distinguida como Ciudad de Comercio Justo, se caracteriza por ser el rincón escocés más soleado.
El lugar, que fue construido alrededor de una colina basáltica y desde 1975 es el centro administrativo de la región de Tayside, se encuentra sobre la costa este del país, en la parte norte de la bahía del río Tay.
Según se cuenta, Dundee fue la primera ciudad del mundo en tener un sistema de alumbrado público y fue escenario del desarrollo del primer ordenador personal Sinclair.
En la actualidad, la metrópoli alberga una gran cantidad de instituciones universitarias (tales como la Universidad de Dundee y la de Abertay) y posee varias iglesias, entre las que se pueden mencionar la de Saint Mary, la Catedral de Saint Paul y la Catedral de Saint Andrew.
Sitios de interés
Los arqueólogos creen que los primeros cazadores-recolectores llegaron al territorio escocés hace unos 11.000 años. Los romanos lograron dominar la región durante un extenso periodo, cuando crearon la provincia de Britannia. Más adelante ejercieron su control los pictos, los celtas y los normandos.
La vida de Escocia como Estado independiente llegó hasta 1707, cuando se unió a Inglaterra en el Reino de Gran Bretaña. La historia escocesa es muy rica y puede conocerse en múltiples lugar, desde yacimientos arqueológicos como Tap O’ Noth hasta centenares de castillos medievales, como Airth, Balmoral (residencia real desde 1848), Drumlanrig y Leslie, entre muchos otros.
Castillo de Aberdour
El Castillo de Aberdour, que comenzó a construirse alrededor de 1200, es uno de los más antiguos de Escocia. Se encuentra en el pueblo de Aberdour Este, en la región de Fife.
La construcción se inició con una casa-salón con vistas a Dour Burn. Con el correr de los años, se produjeron diversas ampliaciones que siguieron los estilos arquitectónicos dominantes de cada época.
En el siglo XV, por ejemplo, el Castillo de Aberdour se convirtió en un torreón. Las últimas remodelaciones de importancia se desarrollaron en los siglos XVI y XVII, cuando se agregaron detalles renacentistas, un jardín vallado en el este y jardines en terrazas con vistas a Edimburgo en el sur.
El Castillo de Aberdour sufrió importantes daños con el paso del tiempo (la torre se ha derrumbado casi en su totalidad). Actualmente bajo cuidado del Estado escocés, el castillo recibe visitantes durante todo el año.
Lago NessLas Highlands escocesas albergan al lago con mayor volumen de Gran Bretaña (de hecho, contiene más agua dulce que todos los lagos ingleses y galeses juntos). Se trata del lago Ness, también conocido como loch Ness.
Este lago está interconectado con muchos otros y tiene salida al mar a través del Canal de Caledonia. Esta característica, sumada a la aparente oscuridad de sus aguas por la turba de los suelos, dan lugar a uno de los mitos más famosos de la historia: la existencia de Nessie, el monstruo del lago Ness.
Esta criatura, que según algunos investigadores sería un plesiosauro, viviría en el lago desde tiempos remotos. Quienes creen en el mito afirman que, debido a la gran profundidad (que llega a los 226 metros) y las interconexiones subacuáticas, Nessie no puede ser visto con facilidad, más allá de algunos supuestos avistamientos. Las embarcaciones turísticas, de todas formas, parten desde diversos puntos del lago para que los viajeros intenten vislumbrar a la criatura.
Corazón neolítico de las Orcadas
El archipiélago de las Orcadas está compuesto por unas sesenta islas, de las cuales sólo veinte están habitadas. Se halla frente a la costa norte de la isla de Gran Bretaña y se destaca por su importancia histórica y cultural.
Un conjunto de vestigios arqueológicos conocido como Corazón neolítico de las Orcadas ha sido ha sido inscripto en el Patrimonio de la Humanidad en 1999. Este complejo está formado por asentamientos, lugares rituales y sepulturas con una antigüedad de unos 5.000 años.
El túmulo de Maeshowe (o Maes Howe), el poblado de Skara Brae, los megalitos de las Rocas de Stenness y el círculo de piedra del Anillo de Brodgar forman parte del Corazón Neolítico de las Orcadas.
Los expertos creen que aún quedan muchos sitios prehistóricos por descubrir en las Orcadas. Este patrimonio, por lo tanto, podría incrementarse en el futuro.
Actividades y atractivos turísticos
Escocia se sitúa en el norte de la isla de Gran Bretaña. El país está formado por casi 800 islas y ofrece una amplia variedad de paisajes naturales, con valles, colinas, montañas, playas, lagos y ríos.
El río Tay es el más largo de la nación. El famoso puente Tay Rail Bridge (que colapsó en 1879 y fue reconstruido en 1887) atraviesa el río y une Dundee con Wormit. Otro río escocés relevante es el Spey, donde pueden pescarse salmones y truchas. El Speyside Way es un camino turístico que sigue el curso del río y que permite obtener hermosas vistas panorámicas.
El loch Lomond es el mayor lago de agua dulce de Reino Unido. Alberga varios islotes en su interior y presenta, junto a su orilla este, el monte Ben Lomond (974 metros de altura). Este munro es muy popular entre quienes practican montañismo, con rutas para llegar a su cima que demandan unas tres horas de esfuerzo.
Bosques
Los bosques escoceses constituyen un gran atractivo turístico. En las Highlands, existen algunas muestras del antiguo bosque caledonio (como el bosque de Rothiemurchus, ideal para acampar) y se destacan las superficies cubiertas por pinos silvestres. El bosque de Galloway, situado a 100 kilómetros de Glasgow, fue reconocido internacionalmente por contar con el cielo “más oscuro” de Europa, una particularidad que permite apreciar miles de estrellas por las noches. En los bosques de Faskally, por otra parte, se desarrolla un espectáculo de luces y sonido que recrea mitos y leyendas locales. Hadas, brujas y diversas criaturas fantásticas aparecen cada año en el marco del evento conocido “El bosque encantado”.
Montañas
Las montañas escocesas son las más altas del Reino Unido. Sus elevaciones que superan los 910 metros de altura se conocen como munros, en homenaje a Sir Hugh Munro (quien confeccionó un listado con esas montañas). El pico más alto del país es Ben Nevis, que se sitúa en los montes Grampianos y que alcanza una altura de 1.344 metros sobre el nivel del mar. En la cima de Ben Nevis se encuentran las ruinas de un observatorio que funcionó entre 1883 y 1904. Ben Macdhui (1.310 metros), Braeriach (1.296) y Cairn Toul (1.291) son otros munros destacados en el suelo escocés.
Playas
Al estar rodeada de agua (con la excepción de la frontera sur, donde limita con Inglaterra), Escocia cuenta con numerosas playas. Las condiciones climáticas, sin embargo, hacen que uno no asocie a este país con la arena y el mar. Los más valientes podrán bañarse, de todas formas, durante el verano, y todos los turistas estarán en condiciones de apreciar los bellos paisajes costeros. La playa de St. Andrews, en el condado de Fife, es una de las más populares. Sinclair’s Bay, en Caithness, resulta perfecta para surfear. Thurso, Pennan, Portobello, Gullane… las opciones son variadas: las playas escocesas merecen una oportunidad.