El cuidado del ambiente es una tarea primordial para el ser humano, así lo demostró la pandemia de coronavirus que aún padecemos, pero el gran reto del cuidado medioambiental es ser sustentable para las actividades humanas que necesariamente no pueden ser detenidas.
Desde hace un año se ha desatado una polémica para dejar de usar un herbicida llamado glifosato el cuál produce serias afectaciones a la salud humana y al ecosistema. El reto en el campo es encontrar otra alternativa no contaminante para que realice la misma función, si es que esta es necesaria, puesto que también las plantas se ayudan entre sí.
El Juez Sexto en Materia Administrativa Francisco Javier Rebolledo Peña negó suspender definitivamente el juicio de amparo que la transnacional Monsanto promovió contra el decreto presidencial que ordena la suspensión de glifosato, cuya eliminación gradual culminaría hasta hacerlo totalmente en 2024, así como eliminar totalmente el maíz genéticamente modificado. Esto fue señalado por Viridiana Lázaro Especialista en Agricultura, Alimentación y Clima de la organización Greenpeace en México y exintegrante de la Campaña SIN MAIZ NO HAY PAÍS.
Pero los intereses afectados no se han quedado atrás con los brazos cruzados, Bayer-Monsanto y el Consejo Nacional Agropecuario emprendieron una estrategia legal contra el decreto interponiendo 12 amparos. Hoy se revisaría el amparo presentado por el CNA, y en esa audiencia se verá si es posible obtener la suspensión definitiva.
La especialista Lázaro informó que el glifosato es herbicida muy tóxico para la flora y fauna, posiblemente sea la causa de cáncer, contaminante de acuíferos, ríos, lagos y provoca malezas agresivas, además es nocivo para los polinizadores.
Para la analista el fallo es un triunfo de la sociedad civil, de las(as) consumidoras(es), científicos(as) porque nosotras enviamos una carta el pasado miércoles al Juez Sexto en Materia Administrativa solicitando negar la suspensión porque atenta contra el interés general y los derechos humanos de la población mexicana.
El glifosato es el herbicida que más se usa y produce en el mundo y el más peligroso, este plaguicida es utilizado en cultivos de maíz, soya y algodón transgénico. La verdadera toxicidad del componente se ocultó por años como consecuencia de las campañas puestas en marcha por los fabricantes, las gigantescas corporaciones agroquímicas y la falta de estudios científicos.
Hoy es otra era, por sus efectos nocivos, el glifosato está prohibido en Alemania, Italia, Luxemburgo, Francia, Tailandia, Sri Lanka, España y algunas regiones de Argentina y Nueva Zelanda.
Para saber acerca de la toxicidad del compuesto E. Martín realizó una compilación de 1108 artículos científicos que nos informan de ello. De todo ello se dedujo que el glifosato es altamente peligroso para la salud humana, se ha comprobado que el químico genera encefalea, autismo, parkinson, malformaciones, afectaciones nerviosas y diversos tipos de cáncer.
También el glifosato ataca a los microorganismos benéficos del suelo provocando la erosión del suelo, lo que es muy grave para la productividad en el campo puesto que al erosionarse los suelos el carbono que está en ellos regresa a la atmósfera aumentado los gases de efecto invernadero provocando que empeore el cambio climático.
Además, el compuesto también envenena los cuerpos de agua y afecta a la fauna que vive acuática que vive en ellos, hay muchos estudios que han comprobado aquello.
Cuando la maleza se vuelve más resistente, habría que echar más dosis de glifosato o de otra sustancia o combinadas para poder matarla, esto ocasiona más desequilibrios ecológicos.
La SEMARNAT trabaja en la transición de una actividad agroindustrial a una actividad agroecológica.