Salamandras: Características, tipos de especies y curiosidades
La salamandra es un anfibio que a menudo se confunde con un lagarto. ¿Has oído hablar de este animal? Conoce más información sobre la especie.
Quienes hayan visto la película Matilda, saben bien lo que es una salamandra. Después de todo, fue precisamente esta pequeña criatura viviente la que causó una gran agonía al director de la escuela. En caso de que no la hayas visto, este es un gran consejo de película infantil para que la veas.
Volviendo al tema principal de este artículo, la salamandra es una especie de anfibio del orden Urodela o Caudata. De hecho, se pueden encontrar más de 600 especies. Entre estas especies, la gran mayoría se encuentra en el hemisferio norte.
Sobre todo, es importante señalar que la salamandra también se puede encontrar en Brasil, concretamente en el Amazonas. Aquí se pueden encontrar cinco especies de ellas. Por ejemplo, Bolitoglossa altamazonica, Bolitoglossa paraensis, Bolitoglossa caldwellae, Bolitoglossa madeira y Bolitoglossa tapajonica.
Básicamente, al tener una gran diversidad de especies, las salamandras pueden encontrarse en muchos lugares diferentes. Es decir, se pueden encontrar especies acuáticas, terrestres y semiacuáticas. Para entender aún más a estos anfibios, hemos separado todas sus características. Acompáñanos.
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Características de la salamandra
Estos animales pueden variar mucho de tamaño. Por ejemplo, las salamandras sudamericanas pueden medir entre 3 y 12 centímetros. En cambio, las salamandras de Japón y China pueden medir más de un metro.
Además del tamaño, la salamandra también cambia su forma de respirar, según el cambio de especie. Es decir, mientras algunas salamandras tienen respiración branquial, otras tienen respiración pulmonar o cutánea.
La locomoción de estas salamandras, en cambio, es un patrón locomotor. De hecho, es un aspecto que se conserva desde los ancestros de los tetrápodos. Es decir, ondulaciones laterales combinadas con movimientos de piernas.
Sin embargo, en general, algunos profanos acaban confundiendo la salamandra con un lagarto, por ejemplo. Por lo tanto, para reconocer mejor una salamandra, le aconsejamos que observe si tiene un cuerpo alargado, una cola, cuatro extremidades y una piel lisa, fina y húmeda, sin escamas.
Además, sus colas suelen ser largas y regenerables. Cabe destacar que la capacidad de regeneración de la salamandra también puede servir como mecanismo para distraer a un depredador. Incluso porque, si la cola «se sale de su sitio», la salamandra puede dejársela al depredador y, en consecuencia, huir para sobrevivir.
Alimentación de la salamandra
En primer lugar, la salamandra tiene una dieta carnívora, es decir, se alimenta de pequeños animales. Sin embargo, en general, son animales invertebrados. Por ejemplo, termitas, hormigas o escarabajos. Incluso combinan el olfato y la vista para encontrar su presa.
Sobre todo, podemos destacar una característica importante, que es el tamaño de la cabeza de la salamandra. Es decir, el tamaño de la cabeza puede ser un punto para determinar el tamaño máximo de la presa. Además, el tamaño de la cabeza, por lo general, es una característica que puede ayudar a reducir la competencia por el alimento.
Reproducción de la salamandra
Como ya habrá deducido, las características de las salamandras difieren según las distintas especies. Como tal, la reproducción tampoco es diferente. Es decir, la reproducción es uno de los procesos que pueden variar de una especie a otra.
Sin embargo, la única similitud entre las especies de salamandras es el hecho de que, durante el periodo reproductivo, las hembras pueden exudar un olor muy llamativo. Básicamente, este olor se utiliza como una forma de atraer a los machos para el apareamiento.
Sobre todo, la gran mayoría de las especies presentan fecundación interna. Incluso en aquellas especies que presentan este tipo de fecundación, no se observa la presencia de un órgano responsable de la cópula. Por lo tanto, sólo podrá observar la transferencia del espermatóforo. Es decir, el paquete que contiene los espermatozoides del macho a la hembra.
Sin embargo, también hay salamandras que realizan la fecundación externa. En este caso las hembras desovan en el agua o en la tierra. Algunas especies pueden tener o no una fase larvaria. Además, algunas son vivíparas y otras no. Los vivíparos pueden poner de 18 a 30 huevos.
Pedomorfosis de las salamandras
Básicamente, la pedomorfosis es una característica que se puede encontrar en algunas especies de salamandras. Por lo tanto, esta característica se resume en mantener las características de las larvas, aunque estén en su etapa adulta. Estas características pueden ser la ausencia de párpados, los patrones de dientes larvarios y la permanencia del sistema de líneas laterales.
Incluso, esta retención puede ser generalizada en salamandras sexualmente maduras. En otras palabras, algunas especies están formadas únicamente por fomas pedomórficas.
Algunas especies de salamandras
1- Salamandra de fuego
Esta especie de salamandra, también conocida como salamandra de manchas amarillas y salamandra común, está clasificada en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como poco preocupante.
Sobre todo, esta especie sólo se encuentra en el centro, este y sur de Europa. Incluso es posible verla sólo en ambientes más húmedos, montañosos, oscuros y lluviosos.
Básicamente, las principales características de esta salamandra son un cuerpo negro con manchas amarillas y puntos rojizos. Además, por lo general, estas salamandras miden unos 20 centímetros. De hecho, en esta especie es bastante común encontrar hembras más grandes que los machos.
Otra característica importante que podemos mencionar es la presencia de glándulas parótidas pigmentadas situadas justo detrás de sus ojos. Otra característica es el hecho de que durante la época de reproducción de estas especies, el macho presenta una cloaca más hinchada y la hembra presenta una mayor hinchazón en el vientre.
2- Salamandra gigante china
Este tipo de salamandra, a diferencia del ejemplo anterior, está clasificada como en peligro crítico por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Esto se debe a algunos factores. Por ejemplo, la pérdida de hábitat, el consumo de esta especie para tratamientos alimenticios y medicinales.
A pesar de todo, la salamandra gigante china (Andrias davidianus) sigue siendo considerada la especie de anfibio más grande del planeta. De hecho, puede medir hasta un metro y medio de longitud. Mientras que su peso puede llegar a superar los 60 kilos.
También cabe mencionar que esta especie se encuentra sobre todo en la China continental. Además, al tratarse de una especie acuática, es más común encontrarla en regiones forestales, o en lugares con agua. Por ejemplo, arroyos y lagos.
3- Axolote: la salamandra mexicana
Básicamente, este tipo de salamandra, al igual que el ejemplo anterior, también está clasificado por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, como en peligro crítico. Sin embargo, esta especie todavía se encuentra en los lagos del centro de México.
Sobre todo, esta especie está clasificada como bastante exótica, cerca de las características de las otras salamandras. Esto se debe precisamente a sus notables características. Por ejemplo, su capacidad de regeneración, que es diferente a la de otras especies.
Los axolotes, o mejor dicho, el Ambystoma mexicanum son capaces de reconstruir completamente partes de su cuerpo, como la cola, la columna vertebral y las extremidades. Además, son capaces de recuperar músculos, huesos e incluso nervios. Increíble, ¿verdad?
Las características más visibles de esta especie son las branquias que tiene a los lados de la cabeza. De hecho, estas branquias externas pueden ser las responsables de asegurar el intercambio de gases.
Curiosidades sobre las salamandras
La salamandra ciega de los muslos, que hemos mencionado, vive en cuevas. Además, es ciego, no tiene pigmentación en el cuerpo y también tiene branquias externas.
Los investigadores ya han encontrado una salamandra gigante en una cueva de China que tiene unos 200 años de antigüedad. Llegó a medir 1,3 metros de largo y a pesar 52 kilos.
Cabe destacar que las salamandras son los únicos vertebrados capaces de regenerarse.
En la Edad Media, se creía que la salamandra tenía la capacidad de renacer del fuego.
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