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Diria el apóstol San Pablo: Dime tu fue sin obras y yo te demuestro mi fe con las mías, hechos son amores no buenas intenciones, la mejor enseñanza es con el ejemplo. Son algunas frases que nos señalan que la mejor forma de gobernar es cumpliendo lo que se ofrece.
Con los gobiernos sucede lo mismo, aún en situaciones adversas como la que estamos pasando. Si bien algo inesperado como la pandemia de coronavirus y sus efectos modifican conductas, es necesario sustentar con hechos las palabras y posiblemente eso derivará en mayor credibilidad.
El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador recibió la primera parte de la inmunización producida por AstraZeneca durante su habitual mensaje mañanero. Él mismo dijo que se quería inmunizar para hacer ver a los(as) adultos(as) que no se han aplicado la vacuna aún, por alguna sospecha que pudieran tener sobre la seguridad y la efectividad de las mismas” ·
Acto seguido, se quitó el saco del traje azul, por lo cual sólo quedó en camisa blanca de manga corta para facilitar la inyección y corbata azul. Luego interrogó a la izquierda, ¿verdad? Ahí está el corazón.
Le aplicó la inmunización la teniente enfermera Melina Vega, quién mostro a AMLO el fármaco y el émbolo. Como parte del protocolo la sanitaria le pregunto si había tenido calentura en las 14 horas recientes, también solicito saber si era alérgico a algún medicamento y si había recibido alguna transfusión sanguínea en los últimos tres meses, a lo que el presidente dijo que no.
Los miembros de las fuentes periodísticas que acuden a la conferencia le preguntaron si estaba nervioso, a lo que el mandatario dijo estar “muy tranquilo, cabeza fría, corazón caliente”.
Tras aplicar la inmunización la enfermera militar informo al Titular del Poder Ejecutivo de la Unión que podría tener algunas reacciones como dolencias en el sitio de la picadura, inflamación, enrojecimiento, por ello era vitala no aplicar compresas de agua caliente, ni rascarse. La miembro de la SEDENA informó que también otras consecuencias pudieran ser dolor de cabeza, cansancio, dolor en articulaciones, dolor muscular, incluso calentura. Como consecuencia le indicó que debía permanecer en bajo vigilancia durante media hora aproximadamente, posteriormente se le entregó el documento donde quedó registrada la aplicación de la vacuna.
Al finalizar el evento el presidente invitó a las personas de la tercera edad a vacunarse, informando que “no existen riesgos, no duele la inmunización y ví como me la pusieron en el mismo brazo donde tengo aún la cicatriz de las vacunas aplicadas cuando era niño, no se si fue de sarampión o viruela, no pasa nada, absolutamente nada, si no se aplicaron la primera dosis porque tenían dudas, cuando arriben de nuevo a su municipalidad para aplicar la segunda dosis, pueden recibir la inmunización y cuidarnos todos(as)”.
El 14 de abril AMLO informó que su inmunización sería de cara a la gente con la meta de dar veracidad a los(as) adultos(as) mayores de la seguridad y eficacia de las vacunas y con esa acción invitarlos a ir a los puestos de vacunación. Esto, como consecuencia de que el producto inventado por AstraZeneca ha sido responsabilizado en algunos países como el causante de coágulos en algunos(as) pacientes.
