El tenis tiene su parte justa de atletas legendarios, y mientras algunos de ellos siguen jugando, otros ya están consagrados en el Salón de la Fama. Entonces, ¿quiénes son los cinco mejores tenistas de todos los tiempos? No hay una respuesta fácil a esa pregunta, pero hemos elaborado una lista de los 5 mejores, en la que cada jugador es un campeón indiscutible. Echa un vistazo a nuestra lista y elige a tu favorito.
Rafael Nadal
Nadal ganó su primer Grand Slam a la edad de 19 años, batiendo el récord de todos los tiempos que tenía Pete Sampras. En 2008, rompió un récord que había tenido Bjorn Borg durante más de 20 años cuando ganó su quinto Open de Francia consecutivo. Tiene 14 títulos de torneos importantes en total y se le considera uno de los mejores jugadores de la historia en tierra batida. Su juego prácticamente no tiene debilidades; puede golpear todo desde cualquier parte de la pista con precisión y potencia. También se le conoce como un competidor extremadamente duro que nunca se rinde ni deja que su rival le supere mentalmente durante un partido.
Roger Federer
Nacido el 8 de agosto de 1981, Roger Federer está considerado por muchos como uno de los mejores jugadores de tenis. Para empezar, tiene un impresionante récord de 20 títulos de Grand Slam, que es el mayor de cualquier jugador masculino. Además, se mantuvo como número uno del ranking mundial durante un total de 310 semanas, lo que también es un récord. Ha triunfado en todas las superficies (pista dura, tierra batida y hierba), lo que demuestra su versatilidad como jugador. Sin embargo, lo más impresionante es que Federer ha mantenido un nivel de juego tan alto durante más de dos décadas. En una época en la que la mayoría de los deportistas empiezan a decaer a partir de los 30 años, Federer sigue siendo un referente a los 40 años. Esto demuestra que es una verdadera leyenda del tenis.
Pete Sampras
Los potentes saques y voleas de Sampras le convirtieron en uno de los jugadores más dominantes del tenis durante su carrera, que duró de 1988 a 2002. Fue un jugador increíblemente regular y en su mejor momento, era capaz de llegar a la final de casi todos los torneos en los que participaba. Además, Sampras tenía un saque muy potente, que le permitía ganar muchos puntos libres. Por si fuera poco, este tenista nacido el 12 de agosto de 1971 en Estados Unidos, era un maestro del juego mental. Siempre estaba tranquilo y sereno en la pista, incluso en las situaciones de mayor presión. Esto le ayudó a cerrar muchos partidos que, de otro modo, podría haber perdido. En conjunto, estos factores dejan claro que Pete Sampras merece su lugar en la historia del tenis.
Serena Williams
Con 23 títulos de Grand Slam en individuales, Williams está considerada como una de las mejores tenistas de la historia, si no la mejor. Es increíblemente rápida y está bien equilibrada sobre sus pies, mientras que se sabe que sus potentes saques alcanzan velocidades superiores a los 120 kilómetros por hora. Si a esa potencia se le añade un golpe fluido, no es de extrañar que Serena consiga habitualmente golpes ganadores desde toda la pista. Su dominio la ha convertido en una de las favoritas de los aficionados, y ha ganado cuatro medallas de oro olímpicas y una medalla de plata individual en Wimbledon. Su combinación de velocidad, destreza y fuerza la convierten en una rival difícil, y con tantas victorias en su haber, seguro que habrá muchas más.
Bjorn Borg
Se le considera uno de los mejores jugadores de la historia del tenis. Tuvo un récord de 663-115, con 11 títulos individuales de Grand Slam. Se le apodó Borg de hielo por su estilo de juego frío y es uno de los tres únicos hombres que han ganado dos o más Grand Slams sin ceder un set (1968-1970). Su reinado como número uno duró más que el de cualquier otro jugador hasta ese momento. En 1978 se retiró del tenis profesional a los 26 años. Después de retirarse, siguió activo en el juego jugando en dobles para el equipo sueco de la Copa Davis. En 2004 fue incluido en el Salón de la Fama del Tenis Internacional y en 2008 recibió un OBE honorífico de la Reina Isabel II por su contribución al espíritu deportivo.