¿Ha oído hablar alguna vez del gato van turco? También llamado turco Van, el animal de esta raza es muy codiciado y especial a los ojos de los amantes de los felinos. Extremadamente dócil y cautivador, no es muy difícil entender por qué la gente se enamora de este gato de pelaje blanco, mullido y suave. Pero después de todo, ¿qué otras características son típicas de esta raza de gatos? ¿Cómo es su personalidad? ¿Qué cuidados necesita un gato en su vida diaria? Para responder a todas estas preguntas, hemos preparado un artículo con todo lo que necesita saber sobre la Van turco. Echa un vistazo.
El gato Van turco es originaria de Turquía
Como su nombre indica, el gato Van turco habría aparecido en las orillas del lago Van, considerado uno de los mayores lagos de Turquía, donde también nació el gato de Angora. Sin embargo, el origen exacto de esta raza sigue siendo incierto, ya que no hay rastros que demuestren científicamente cuándo nació la raza y lo único que se sabe es que es una de las más antiguas del mundo. Algunas leyendas incluso intentan asociar el Van turco al Arca de Noé, afirmando que estos gatos habrían llegado a Turquía después del diluvio del relato bíblico.
Sin embargo, esta raza de gato sólo se hizo popular después de que una criadora inglesa llamada Laura Lushington cogiera un par de gatos (un macho y una hembra) y los llevara a Gran Bretaña en la década de 1960. Con un gran deseo de dar a conocer estos gatos, Laura y su amiga Sonia Halliday se dedicaron a la cría de esta raza durante unos años, hasta que, en 1969, consiguieron el reconocimiento oficial del Van Turco por parte del GCCF (Governing Council of the Cat Fancy), el organismo encargado de registrar el linaje de los gatos en el Reino Unido. Años más tarde, en 1983, la raza llegó a Estados Unidos de la mano de dos criadores, Barbara y Jack Reack, y no tardó en que estos gatos obtuvieran también el reconocimiento de otras instituciones, como la TICA (The International Cat Association).
Conoce algunas características físicas de la Van turco
Considerado como una raza mediana, el gato turco tiene un cuerpo robusto y musculoso, con un peso que puede variar entre 5 y 7 kg y una altura entre 25 y 30 cm. Con rasgos ligeramente redondeados característicos de la raza, como las orejas y el hocico, el gato van Turco también llama mucho la atención por el color de sus ojos, que pueden ser azules, ámbar o de un color cada uno. El Van Turco es uno de los gatos que puede tener una condición llamada heterocromía, que permite al animal tener ojos de diferentes colores.
Además, otro factor que no pasa desapercibido es el pelaje del gato turco. Con un pelo sedoso y suave, estos animales son muy esponjosos y no dan muchos problemas. Además, un rasgo característico de esta raza es que el pelaje es siempre muy blanco, pero puede ir acompañado de algunas manchas, especialmente en la cabeza y la cola. Los colores de estas manchas pueden variar desde el rojo (leonado), el crema, el negro o incluso los tonos azulados.
Conozca el temperamento y la personalidad del gato van turco
Piensa en un gato dócil, juguetón y súper inteligente. ¡Es el gato van turco! Los felinos de esta raza son compañeros muy cariñosos que siempre buscan estar cerca de su familia, especialmente cuando se trata de jugar. Además, si son socializados desde cachorros, también suelen llevarse muy bien con cualquier persona, a diferencia de otras razas que son más tímidas y no les gustan mucho las visitas.
Una particularidad de esta raza es que les encanta el agua. Así es: no tienen miedo ni se sienten incómodos si se mojan. Por el contrario, les gusta mucho y, por tanto, siempre que pueden encuentran la manera de jugar con el agua e incluso nadar, si hay una bañera cerca. Esto está posiblemente relacionado con su origen, en los alrededores del lago Van, que ha acostumbrado a los felinos al agua.
El gato van turco se adapta muy bien a cualquier lugar: tanto a pisos como a casas con jardines y lagos cercanos. Sin embargo, es importante saber respetar su espacio. Esto se debe a que, aunque el gato van turco es extremadamente leal a su familia, también le gusta quedarse a veces en su propio rincón. Por ello, es importante no forzar el chiringuito con tu pequeño amigo y en lugar de correr detrás de él para darle cariño, es mucho más fácil dejar que se acerque a ti cuando quiera ese tipo de atención.
Rutina de cuidados para su gato van turco
· Cepillado
El cuidado del pelaje de tu gato van turco es fundamental para mantener su aspecto brillante y sedoso. Aunque no se enyesan con facilidad, lo ideal es cepillarlas al menos dos veces por semana para eliminar la acumulación de pelo muerto del animal. Los baños, por otro lado, no son tan necesarios, pero deben producirse siempre que los gatos estén muy sucios. No olvides buscar productos específicos para no agredir la piel de tu mascota.
· Higiene
Entre los cuidados con la higiene del gato van turco, no podemos olvidar dos detalles: las uñas del gato deben ser cortadas cada 15 días y los dientes cepillados al menos dos veces por semana. Así es: al igual que los humanos, los gatos también necesitan cepillarse los dientes para evitar problemas bucales como el sarro. Además, otro cuidado fundamental es el arenero de tu amigo de cuatro patas, que debe limpiarse con frecuencia. Como los gatos son animales muy higiénicos, si la caja está sucia, es posible que se niegue a hacer sus necesidades allí y empiece a hacer pis y caca por toda la casa.
· Alimentación
La dieta del gato también es fundamental para mantener la buena salud del minino. En general, recomendamos las dietas Premium o Super Premium, que, desde el punto de vista nutricional, son las más equilibradas. Además, también es importante buscar un alimento para gatos que se corresponda con la etapa de vida del animal, ya que los gatos de Turkish Van necesitan una dieta más específica. Por lo tanto, la transición de la comida para gatos a la de adultos debe producirse después de que el gato alcance los 12 meses de vida. La cantidad también varía y, por lo tanto, vale la pena hacer todas estas preguntas con el veterinario de tu pequeño amigo.
· Hidratación
Aunque los gatos están menos acostumbrados a beber agua, el van turco no tiene mucho problema con esto, ya que el agua es prácticamente su hábitat natural. Sin embargo, conviene recordar que, como cualquier otro felino, el gato turco también prefiere el agua corriente antes que el agua quieta y, por lo tanto, una buena forma de fomentar la hidratación en estos animales es colocando fuentes de agua repartidas por la casa.
· Juega
Como ya se ha mencionado, al gato van turco le encanta jugar en el agua y, si tiene un lugar adecuado para ello, puede incluso nadar. Pero esa no es la única forma de entretener a los gatos de esta raza: como a todo buen gato, a los felinos les encantan los juegos de caza. Ya sea persiguiendo un peluche o la famosa luz láser, el Van turco se divertirá con cualquier cosa que estimule su instinto de caza. Además, los rascadores son muy bienvenidos para distraerlos y evitar que los muebles de su casa sean destruidos.
Lo que hay que saber sobre la salud del gato turco
Una de las grandes ventajas de tener un van turco es que los gatos de esta raza son bastante sanos y tienen muy poca tendencia a los problemas de salud. Lo que puede ocurrir, de hecho, es que los gatos de ojos azules estén más predispuestos a la sordera que otros. Además, la cardiomiopatía hipertrófica también es una condición que puede desarrollarse en esta raza. Pero, en general, el cuidado de la salud del gato Van Turco no requiere mucho más allá de las consultas periódicas con el veterinario. Ah, y no lo olvides: el calendario de vacunación y la desparasitación del minino también deben estar siempre al día, ¿ves? Esto ayuda a prevenir varias enfermedades.