El cuidado de un gato, como el de cualquier otra mascota, es algo que requiere tiempo y exige la máxima atención. Es importante echar un vistazo a diferentes partes del cuerpo de su gato para comprobar si todo está bien: algunos problemas y condiciones de salud aparecen con síntomas discretos, que sólo se notarán con una mirada más cercana. Por eso, aprovecha los próximos momentos de mimos y, si tu felino es de los que permiten este tipo de cosas, echa un vistazo a estas partes de su cuerpo:
1. Boca, encías, dientes y lengua del gato
La zona bucal de su amigo felino puede mostrar una serie de problemas que van desde los más sencillos hasta los más complicados. El sarro en los dientes del gato, por ejemplo, se produce por la acumulación de restos de comida en la boca y puede prevenirse con una buena higiene bucal y una correcta alimentación. Si esto no ocurre, puede dar lugar a problemas más complicados como la gingivitis, la halitosis y diversas infecciones. Las úlceras, llagas y enrojecimiento, tanto en el interior, como en la lengua del gato, como en el exterior de la boca pueden ser síntomas de enfermedades como la estomatitis, la esporotricosis, el calicivirus y el acné felino.
2. La cola del gato es esencial para el equilibrio del animal y debe ser revisada de vez en cuando
Identificar que algo va mal en la cola de tu gato no es difícil: cuando se trata de lesiones causadas por factores externos, como una torsión o una herida, es habitual que pierda el equilibrio, muestre que le duele y no mueva la cola como de costumbre, por ejemplo. Una lesión abierta en la cola del animal también puede causar diferentes tipos de infecciones e inflamaciones. Además, la dermatitis que se extiende por el cuerpo del animal también puede llegar a la cola.
3. La pata de un gato puede ser el foco de diferentes problemas
Las patas de los perros y gatos suelen estar «olvidadas» cuando se trata de su cuidado, pero son súper importantes para mantener la calidad de vida de tu amigo. Cuando hay algún tipo de dolor o herida en la pata del gato, no puede moverse correctamente y esta función es esencial para que tu felino tenga la autonomía que tanto le gusta. Por eso, hay que estar atento y buscar cortes y heridas que se haya hecho mientras paseaba, reacciones alérgicas a algo que haya entrado en contacto con la piel (dermatitis), pulgas y garrapatas, infecciones causadas por hongos y bacterias e incluso lesiones causadas por los propios gatos al lamerse o morderse (normalmente, signos de ansiedad felina).
4. Las enfermedades externas y del canal auditivo pueden afectar al oído del gato
La otitis es una enfermedad dolorosa e incómoda causada por una inflamación en el canal auditivo de su gato. Se puede identificar fácilmente una vez que comienza porque sus síntomas implican pus, picor, enrojecimiento e incluso llagas en la zona. Además, las infecciones causadas por la acción de los ácaros son también muy frecuentes en el oído y la región auricular del animal. Cuando hay una infestación de pulgas en el ambiente y en el animal, también es común que tengan una acción muy fuerte en la zona de las orejas: vale la pena prestar atención para asegurar la comodidad de su amigo.
5. El ojo del gato puede verse afectado tanto por enfermedades genéticas como por hongos y bacterias
Al igual que otras partes sensibles del cuerpo de su gato, sus ojos también pueden verse afectados por infecciones causadas por hongos y bacterias. La conjuntivitis es una de las más comunes. Además, su amigo también puede tener problemas como uveítis felina, cataratas, glaucoma y atrofia de retina, que pueden ser genéticos o no. Presta atención al lagrimeo excesivo, la hinchazón, el blanqueamiento de la retina y cualquier otra diferencia de este tipo en los ojos de tu amigo. Todo esto puede indicar algo más.