Por fin al parecer vemos un poco de luz al final del túnel, un poco de vida después de encontrarse a un paso de la muerte, la aurora del día después de la noche, un poco de calma después de la tormenta. Esto debido a que se ha anunciado por parte del Gobierno de México el desarrollo de un fármaco nacional para combatir al coronavirus o virus SARS-COVID2-2019.
En casos de crisis antes de pedir ayuda al resto del mundo, primero debemos ver hacia dentro, tomando en cuenta nuestras potencialidades y recursos. En el país(México o Estados Unidos Mexicanos) tenemos excelentes investigadores(como el caso del Dr. Mario Molina Premio Nóbel de Química, Alfonso García Robles, Premio Nóbel de la Paz, Octavio Paz Premio Nóbel de Literatura).
Si Cuba, un país mucho más pequeño ya tiene inmunización propia, era hora de que nuestro país también la tuviera. El tener una vacuna propia para combatir al coronavirus implica menor costo de vacunación por importar el producto y una más fácil y rápita disponibilidad de este.
En tiempos de emergencia, es necesario recurrir al mundo exterior pero antes que nada tomar en cuenta nuestras fortalezas y no sólo nuestras debilidades.
En la ya tradicional propaganda mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología María Elena Álvarez-Buylla dijo que en abril arrancan las primeras fases de las pruebas clínicas para probar la inmunización PATRIA, inmunización nacional contra el SARS-COVID2-2019. Para ello se reclutarán a personas que de forma libre deseen someterse a las pruebas de efectividad.
Para la primera prueba ya están listos los paquetes de vacuna, para lo que “SE REQUERIRÁN ENTRE 90 Y 100 VOLUNTARIOS SANOS RESIDENTES EN LA CIUDAD DE MÉXICO Y SE LES INOCULARÁ DURANTE LOS PRÓXIMOS DÍAS Y SEMANAS”
La funcionaria federal dijo que posiblemente se tengan los resultados del muestreo clínico a finales del próximo mes y tal vez el medicamento pueda recibir la autorización de COFEPRIS. Álvarez-Buylla informó que el proyecto se ha ensayado en cerdos y tras los análisis moleculares y preclínicos, así como la construcción y certificación por COFEPRIS para producir paquetes de inmunizaciones, el órgano de innovación del CONACYT arrancará la primera fase para ser ensayada en humanos.
La funcionaria señaló que la producción de la inmunización “ES PRODUCTO DE UNA ALIANZA ENTRE ENTIDADES GUBERNAMENTALES COMO BIRMEX, ASÍ COMO DEL IMSS Y LA INICIATIVA PRIVADA (LABORATORIOS AVIMEX)”. Para tal fin el gobierno ha empleado 150,000,000 de pesos.
Más adelante la directora del CONACYT informó que no todos los proyectos de vacuna llegan a la etapa de prueba con humanos, por lo el presidente solicito compartir la información. Aún hay tres estudios clínicos, aunque “HAY ESPERANZAS PARA QUE ESTO PUEDA SER UN DESARROLLO MEXICANO QUE NOS PUEDA PROTEGER CONTRA EL SARS-COVID2-2019)”
Álvarez-Buylla señaló que el proyecto “PATRIA” se administrará a las personas de la tercera edad cuanto esta lista. Avimex ya destinó dos plantas de producción y el costo aproximado es hasta 855% menor que la inmunización más cara en el mercado actual.
En el equipo de científicas y científicos que avalan y participan en el desarrollo y realización de la inmunización de segunda generación, están el investigador de la UNAM y especialista en inmunología Constantino III López Macías, el especialista en Microbiología Peter Palese de la Universidad de Viena y el Virólogo Florian Krammer, de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida en Viena, Austria.
Otros miembros del equipo científico son: el biólogo Adolfo García-Sastre de la Universidad de Salamanca colaborando en los análisis preclínicos; la bióloga molecular de la Universidad Autónoma de Nuevo León Felipa Castro Peralta cuya participación es el escalamiento industrial y Marta Torres Rojas que es investigadora en inmunogenicidad del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (etapas 1-3).
ESTRUCTURA DE LA VACUNA MEXICANA.
Importante es dar a conocer como está estructurado el proyecto: se basa en una plataforma que emplea un vector viral de la enfermedad de New Castle que no afecta a humanas y humanos y que viene siendo empleada en los laboratorios AVIMEX por 15 años, principalmente en el desarrollo de biológicos aplicados a uso veterinario pero ahora comprometido con el desarrollo de una inmunización contra el coronavirus y de vacunas humanas.
AVIMEX tiene muchos premios, hay una planta piloto certificada por COFEPRIS produciendo los primeros paquetes de desarrollo vacunal. El vector lleva un gen que codifica para la proteína S del virus SARS-COVID2-2019 luego la célula produce proteína S SARS-COVID2-2019 y el sistema inmune produce anticuerpos contra la proteína S. La plataforma permite expresar esta proteína S del virus SARS-COVID2-2019 que va a facilitar la respuesta inmunológica y con esto la protección de las personas sin causar enfermedad y que van a estar listas para resistir previniendo la enfermedad del coronavirus.
En unas pruebas hecha a ratones la vacuna aplicada por vía intranasal produce títulos de anticuerpos similares al de pacientes convalecientes. En la aplicación intramuscular los ratones retados sobreviven ala infección por SARS-COVID2-2019, cuya respuesta humoral es similar a pacientes convalecientes.
Aquí se probó la seguridad en estos organismos como la potencialidad del desarrollo vacunal de facilitar y producir estas respuestas celulares y anticuerpos y proteger a esos seres vivos de forma experimental, para preparar el terreno e informar a la gente del inicio de las pruebas clínicas con pacientes voluntarios humanos. También se han realizado estudios en el laboratorio AVIMEX.
La vacuna PATRIA tiene 6 sitios de estabilización, es una nueva generación y de expresión de la proteína. La estabilización de la proteína necesita estar en forma de tulipán de tal forma que cuando el SARS invade la proteína de la espícula se vuelve como una lanza y esa forma de lanza no permite la formación de anticuerpos adecuados.
Por lo que se necesita estabilizarla a forma de tulipán y es lo que esta haciendo de manera importante en este desarrollo, sería una segunda generación en el desarrollo de vacunas contra el coronavirus. La propuesta de la vacuna patria destacó entre las demás por su rigor y solidez científica, siendo seleccionada por el Comité de Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación en Salud Pública coordinado por el CONACYT.
La doctora en microbiología por la UNAM Celia Mercedes Alpuche Aranda destaco que es necesaria una política de estado en vacunas como lo sería también en nuevos medicamentos para tratar diferentes tipos de enfermedades. Construido a partir de una iniciativa de innovación abierta el diseño de PATRIA ha cumplido con los requerimientos regulatorios.
El Doctor Adolfo García Sastre dijo que PATRIA usa un método que se está utilizando frecuentemente en todo el mundo, puesto que son vectores que no dan lugar a efectos adversos y tienen una gran capacidad de inducir una respuesta inmunológica fuerte, una capacidad inmunogénica fuerte y es lo que deseamos probar ahora con las primeras pruebas.
Por la naturaleza de su plataforma es posible generar vacunas contra distintas variantes de SARS-COVID2-2019 y otros virus.
El Doctor Bernardo Lozano Dubernard Médico Veterinario por la UNAM y Director General de AVIMEX señaló que hace un año planearon realizar una vacuna contra el coronavirus que fuera segura inmunogénica y de calidad, porque teníamos la tecnología necesaria para poderla hacer, segundo teníamos la infraestructura, las plantas productivas, procesos, metodologías, personal, etc., para poderla producir y los 15 años de experiencia con un producto que está en el momento en el mercado veterinario.
Por su parte el Doctor en Biomedicia Molecular del Instituto Politécnico Nacional y Director General del mismo Arturo Reyes Sandoval dijo que el proyecto PATRIA cumple con tres objetivos: ser barata, ser altamente segura y proteger contra la enfermedad.
El convenio de México para elaborar la vacuna PATRIA informa que la AMEXCID-SRE aportó 15 millones de pesos y el CONACYT 135 millones.
Estos desarrollos propios son la base para la recuperación de la soberanía, aunque la vacuna debería llamarse “MATRIA Y PATRIA” en honor a las mujeres del país y a las mujeres científicas que participan en ese proyecto que también podría exportarse a bajo costo, ayudando a la economía del país con su venta y a otras naciones que carecen de recursos para adquirir las inmunizaciones producidas por otras naciones.
PATRIA solamente hace referencia a los padres y no a las madres.