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México se sitúa sobre varias placas tectónicas que tal vez lo hagan biológicamente megadiverso, tenemos volcanes extintos y activos, gran diversidad de climas, flora y fauna, etc. La estructura de las mismas (aquí se unen la del Pacífico, Golfo-Atlántico, Norteamérica y Sudamérica) ha ocasionado que seamos un país muy sísmico.
El estado de Puebla no es una excepción, nos atraviesa la sierra volcánica tranversal con sus volcanes como el Popocatépetl, la Malintzi y el Pico de Orizaba, además tenemos diversas cuencas hidrológicas como los afluentes del Río Balsas. Por ello no es de extrañar que seamos fuente de sismos o los que vienen de otros estados se sientan muy fuertes.
Como ejemplo de lo anterior el 19 de septiembre de 2017 se originó un sismo en los límites de los estados de Puebla y Morelos, causando muertes y cuantiosos daños materiales en varios estados y la Ciudad de México. Pocas horas después de haber celebrado un aniversario más de los temblores sucedidos en 1985.
Momentos después del movimiento telúrico, los residentes de la CDMX se dieron cuenta de los efectos del sismo. En varias alcaldías de la ciudad la vista era equiparable a lo visto 32 años atrás. 12000 edificios tuvieron graves afectaciones e Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac tenían más de 1000 construcciones afectadas cada una.
Más de 30 edificios se vinieron afectados y retuvieron en sus escombros a sus residentes, 228 personas muertas. La mayor parte de los inmuebles afectados lo fueron por daños en sus estructuras, por lo que el movimiento telúrico dejo sin casa a mucha gente.
Los subsiguientes días hubo muestras de solidaridad, muchas personas salieron a las calles y tomaron una en sus manos la reconstrucción. Esa gente altruista quitó escombros, fueron policías de tránsito, recolectaron comida, la llevaron y crearon VERIFICANDO19S como iniciativa para evitar desinformación.
Los doctores atendieron lesionados, negocios abrieron sus puertas para apoyar la reconstrucción con material. El Ejército y la Marina retiraron escombros y sus perros salvaron vidas de personas que se encontraban entre los escombros.
Rescatistas internacionales viajaron para ayudar en la emergencia.
El movimiento sísmico destapó corruptelas en la construcción, posteriormente el movimiento mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad indago 28 edificios afectados y halló que en todos hubo corrupción y negligencia que repercutieron en el sismo. Tres edificios eran de reciente construcción.
A 3 años del sismo solo hay cuatro juicios relacionados al 19s: las constructoras que hicieron los inmuebles ubicado en Tlalpan 550, Insurgentes 1260, Zapata 56 y la directora de la Escuela Enrique C. Rébsamen ubicada en Tlalpan. La Comisión Para la Reconstrucción del Gobierno de la CDMX dio a conocer las penalizaciones contra 6 empresas con contratos de reconstrucción y restauración.
El organismo atiende a los(as) afectados(as) en la ciudad mediante apoyos monetarios, mediación e inversión en obra.
La reconstrucción en CDMX registró 7774 construcciones afectadas, de los que 2739 requieren reconstrucción y 4670 rehabilitación.
Con fecha de corte del 31 de julio de 2020 el gobierno capitalino finalizó la restauración e intervención en 1344 inmuebles. Las construcciones en proceso y los que no han salido del proceso administrativo son el 65% de los inmuebles contabilizados, en concordancia con las estadísticas de la Comisión.
La Comisión ha utilizado el 60% de lo que dispone, hasta el 31 de julio tenía 1,335,000,000 para continuar con sus funciones.
Algunos ejemplos significativos son el edificio ubicado en Tlalpan o la caída de la escuela “ENRIQUE C. RÉBSAMEN” aún no tienen solución, pero al parecer la directora ya obtuvo una condena que puede ser apelada. Los afectados(as) de Tlalpan 550 siguen sin tener respuesta próxima.
