Las acciones de gobierno realizadas por Andrés Manuel López Obrador y su equipo, al parecer no corresponden con múltiples declaraciones vertidas como activista político, social y como 3 veces candidato a la presidencia de la república, señalo estar en contra de la militarización del país, o sea de que el ejército realice operaciones de seguridad pública, de ingeniería pública y civil.
Pero al parecer la realidad del país ha rebasado lo dicho y prometido ya que las fuerzas armadas(marina, ejército y Fuerza Aérea) puesto que pese a los actos de corrupción y violación a los derechos humanos en los que se ha visto involucrado personal militar, lo cierto es que aún entre la población los verdes gozan de confianza.
Pero en el vecino país del norte ven con desconfianza la creciente participación militar en la vida pública del país, aunque parte de la culpa de lo que sucede en el país la tienen las élites norteamericanas y los fabricantes y traficantes de armas de Estados Unidos.
Estudiosos(as) tienen temor que el poder civil disminuya en relación de que más actividades gubernamentales sean transferidas a las fuerzas castrenses. Lo anterior pasa a contrapelo de que los militares son preparados para usar una fuerza superior contra algún enemigo, siempre siendo acusados por violar derechos humanos.
El actual presidente AMLO ha hecho lo mismo que lo mandatarios que lo precedieron, ya que ha convocado a los soldados para combatir el narcotráfico y otras actividades. El rotativo ha señalado que el ejército, fuerza aérea y Marina Armada han aumentado su papel en los asuntos nacionales desde 1946, informó Mary Beth Sheridan.
El prestigiado diario afirma que cada vez más “el gobierno mexicano ha utilizado un número impresionante de tropa para responder a la inseguridad. En esta actividad, catean laboratorios de estupefacientes, cuidan instalaciones estratégicas y muchas otras actividades.
El ejército está en el centro de una aguda crisis en las relaciones entre México y Estados Unidos en la época reciente. Es por lo que el H. Congreso de la Unión apruebe una ley para obstaculizar la cooperación en materia de drogas y otros asuntos penales, iniciativa enviada por Andrés Manuel López Obrador.
El rotativo señala que “no es probable que los militares resuelvan el problema de las drogas, pues los delincuentes siguen obteniendo más y ocasionando violencia brutal”. Los críticos sostienen que los militares no sirven para reducir violencia, al mismo tiempo que los funcionarios afirman no tener de otra, más que utilizar a las fuerzas armadas como el principal apoyo de su política, por ser la “única institución con disciplina y preparación para enfrentar a los criminales”.
Aunque en México los soldados no han mostrado interés por ocupar cargos públicos o por enunciar políticas, por lo que no se teme un golpe militar. Pero a los estudiosos(as) los intranquiliza que los militares se rebelen tratando de quitar a los civiles de la seguridad y empezando a opinar sobre otros asuntos públicos.
Por otra parte, entre más participa la milicia en la vida nacional, “se expone cada vez más a la corrupción por grupos delincuenciales y a otras influencias”.
En lo que va del actual sexenio, la cantidad de militares en operaciones dentro de México aumentó aproximadamente el 20% o casi 66,000, según lo aportado por Samuel Storr, académico de la Universidad Iberoamericana. Hay un aumento del 75% de miembros de la marina en todo el territorio, es decir 27,000.
A esto se suma a que las fuerzas castrenses son responsables de las obras maestras del actual presidente.