La vacunación de los perros es la parte más importante de la vida de la mascota para prevenir enfermedades y mantener su salud al día. En los primeros meses de vida, incluso, se prohíbe al perro salir de casa antes de completar el calendario de vacunación. Aun así, de vez en cuando algunas vacunas provocan reacciones en los animales tras su aplicación. Pueden ir desde un nódulo en el lugar de la aplicación hasta otros síntomas, como fiebre. En estos casos, la preocupación es normal, pero no siempre es algo grave: ¿quieres saber por qué ocurre esto y qué precauciones son necesarias para garantizar el bienestar de tu cachorro? Echa un vistazo a continuación.
¿Por qué la vacuna para perros provoca reacciones en los animales?
Las vacunas para perros tienen una forma única de actuar: llevan, en su composición, virus o bacterias en estado de inactividad para estimular al sistema inmunitario del perro a producir anticuerpos específicos para combatir cada uno de ellos. Así, si el animal se infecta en el futuro con las versiones activas de estos mismos virus y bacterias, su cuerpo eliminará la eficacia de la infección inmediatamente.
Sin embargo, durante el proceso de inmunización, la excesiva actividad del sistema inmunitario o los componentes de la vacuna pueden provocar algunas reacciones que son normales y suelen pasar al cabo de unos días. La aparición de un nódulo o un pequeño bulto en el lugar donde se aplicó la vacuna es muy común en los cachorros y no supone ningún riesgo para el animal. El bulto disminuirá con el tiempo, pero si no desaparece al cabo de unas semanas, consulta al veterinario. Las reacciones también aparecen con más frecuencia en el momento de la primera vacuna del cachorro y en los animales pequeños, pero eso no significa que los más grandes estén libres y tampoco que todos los pequeños vayan a pasar por ello. Depende de cada organismo.
¿Cuáles son las reacciones de las vacunas consideradas normales para los cachorros?
Como en el caso de los humanos, aunque lo ideal es la ausencia de reacciones, algunas consecuencias de las vacunas para los perros son normales y no tienen por qué despertar su preocupación. Mientras el cuerpo del animal procesa la vacuna, puede tener un poco de fiebre, volverse apático y abatido. Además, el perro también puede tener un poco de dolor en el cuerpo e hinchazón en la zona donde se aplicó la vacuna. Durante este proceso, es bueno que mantengas al perro en observación, bien hidratado y alimentado – si los síntomas no desaparecen solos, la visita al veterinario es siempre una opción.
¿Qué síntomas causados por las reacciones a las vacunas deberían atraer más atención?
Además de las reacciones comunes que pusimos más arriba, hay otras que deben llamar su atención en cuanto comienzan. Si notas que tu perro tiene mucho picor en el lugar de la aplicación, por ejemplo, puede ser que esté teniendo una reacción alérgica a la vacuna. El diagnóstico sólo puede ser confirmado por el veterinario, por lo que la visita al profesional es imprescindible en este caso. Otros signos que pueden significar una visita a urgencias son vómitos, temblores, hinchazón en otras partes del cuerpo además de la zona vacunada, salivación y agitación.