5 reglas de retroalimentación para jefes: Dar retroalimentación ayuda a los empleados a hacer mejor su trabajo. Estas reglas de retroalimentación ayudan a transmitir correctamente los elogios y las críticas.
Regla de retroalimentación 1: Respira hondo.
Los empleados pueden volverte loco a veces. Ignoran las instrucciones, cometen errores evitables, trabajan descuidadamente, te ponen nervioso. Como jefe, tienes todas las razones para expresar tu frustración en la sesión de retroalimentación. Sin embargo, eso no es una buena idea. Porque una rabieta solo provoca resistencia. No transmites un impulso positivo como ese.
Cuando notes que la ira va en aumento, primero respira hondo, interrumpe la conversación y continúa hablando más tarde. Esta es la única forma de no atacar al empleado como persona, sino de brindarle una retroalimentación objetiva sobre su comportamiento.
Pero no debes dejar que tu ira arda por mucho tiempo. Si esperas semanas para llegar al fondo de tu enojo, tu empleado se sentirá tratado injustamente.
Regla de retroalimentación 2: No use el método del emparedado.
Muchos formadores de comunicación todavía propagan el llamado método sándwich: primero elogio, luego crítica y finalmente elogio nuevamente. La retroalimentación negativa no debería herir los sentimientos del empleado cuando se empaqueta tan bien.
Olvídate del sándwich. La mayoría de los empleados verán a través de ti y ya no tomarán en serio tus elogios. Los otros pueden sufrir de percepción selectiva y ni siquiera encuentran la crítica en la montaña esponjosa de elogios.
Mejor comienza la discusión de retroalimentación con un cumplido honesto; esto hará que tu empleado esté abierto a nuevos pensamientos e ideas. Después de eso, ve directo al grano: amistoso y constructivo, pero inequívoco.
Regla de retroalimentación 3: Sea específico.
«¡Buen trabajo, Sra. Torres!» es tan poco útil como «Daniel, tu trabajo es un desastre». Después de todo, tus empleados deben entender exactamente lo que les gusta de su trabajo, o lo que no les gusta.
Y eso solo funciona si mencionas ejemplos concretos: la presentación convincente del proyecto, la contribución inteligente a la discusión, el comportamiento hostil hacia un cliente.
Regla de retroalimentación 4: Escuche.
Si críticas a un empleado, querrá justificarse y explicarse. Tómate la respuesta en serio; esto incluye no interrumpir, escuchar y reaccionar a lo que dice la otra persona. Solo aquellos que se sienten tomados en serio están abiertos a cambiar de opinión.
Expresas tu aprecio cuando no bombardeas a tus empleados con sugerencias para mejorar. En su lugar, involúcralos en estas deliberaciones, con preguntas como: «¿Qué podrías hacer diferente la próxima vez?»
Regla de retroalimentación 5: Sepa cuándo no decir nada.
¿Tu equipo acaba de recibir un gran pedido? ¡Entonces revienta los corchos con tus empleados! Ahora no es el momento adecuado para las críticas, ahora todos quieren ser felices.
Por el contrario, incluso después de un contratiempo grave, no es el momento adecuado para pedirles a tus empleados una reunión de retroalimentación. Lo que está de moda ahora: Estímulo. Al día siguiente, todavía hay tiempo para abordar los errores y aprender lecciones.