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En la gestión de AMLO el combate a la corrupción es uno de sus principales programas de gobierno, aunque dicho combate no necesariamente pasa por invadir e invalidar las esferas de los otros poderes públicos en la federación o en los estados.
En ese sentido pese a su lucha por regenerar el quehacer público AMLO es respetuoso de las esferas de competencia, atribuciones y facultades de los poderes públicos y organismos autónomos. Esto lo afirmó porque contestando la pregunta de una reportera que deseaba saber si la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda estaba investigado o se encentraba investigando las cuentas del expresidente Felipe Calderón.
El presidente respondió que no, porque no existe por el momento una solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR) para que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investigue las cuentas del exmandatario Felipe Calderón. También en esa conferencia matutina el presidente desglosó los tipos de corrupción existentes en el país, resaltando los delitos cometidos por delincuentes de cuello blanco (como el caso de los fertilizantes agronitrogenados y Obredecht), así como la colusión de los funcionarios públicos con la delincuencia organizada.[1]
El mandatario señalaba que en el momento en que Genaro García Luna era Secretario de Seguridad Pública federal en el gobierno de Felipe Calderón se hablaba de que “había un narco estado”, idea con la que “en un principio él no estaba de acuerdo” pero con los resultados de las investigaciones actuales si se puede pensar que había un narco estado.
Poco después afirmó que la cruzada que él encabeza sirve para estigmatizar la corrupción en todas sus redes y componentes, a su vez la lucha contra la corrupción ayudará muchísimo a purificar la vida pública.
Como conclusión una mejor educación será la clave para un México más próspero y justo y el tema de la corrupción es muy importante.
