Vacas locas: Causas, síntomas y consecuencias
La enfermedad de las vacas locas se hizo famosa, hace años, en las noticias. Pero, ¿sabe qué es y qué provoca en el ganado? Y los humanos, ¿pueden contagiarse?
Hoy el tema se centrará en el ganado. Sin embargo, de una manera no tan genial. Sobre todo, le mostraremos toda la información que necesita saber sobre la famosa enfermedad de las vacas locas.
Básicamente, la enfermedad de las vacas locas, o encefalopatía espongiforme bovina (EEB), es una enfermedad priónica neurodegenerativa mortal. En otras palabras, afecta a la especie bovina.
En general, se trata de una enfermedad de rápida evolución tras la aparición de los síntomas. Normalmente, estos animales no sobreviven más de seis meses.
10 Extrañas especies de tiburones documentadas por la ciencia
¿Cómo se produce la enfermedad de las vacas locas?
La enfermedad de las vacas locas está causada principalmente por una forma de proteína, llamada prión. Básicamente, los priones son más pequeños que un virus y no se modifican con el calor. Normalmente, los priones se encuentran en las células nerviosas de todos los mamíferos. Son responsables de la maduración de las neuronas.
Sin embargo, pueden convertirse en patógenos y causar enfermedades crónicas y degenerativas del sistema nervioso central. Por lo tanto, la transmisión puede ser infecciosa o hereditaria.
Sin embargo, no provocan respuestas inmunitarias o inflamatorias en el individuo afectado. Por otro lado, los priones alterados pueden encontrarse en todo el cerebro de los animales y humanos infectados por la EEB.
En otras palabras, pueden causar la muerte de las células cerebrales. A continuación, forman agujeros como esponjas en el cerebro cuando se observan al microscopio.
¿Cuáles son los síntomas en los animales?
- Trastornos del comportamiento
- Aprehensión
- Nerviosismo
- Agresividad
- Dificultad de locomoción, falta de coordinación de los miembros
- Incapacidad para levantarse
- Falta de apetito
¿Cuándo y cómo apareció esta enfermedad?
Esta enfermedad apareció a mediados de los años 80, en Inglaterra. Sin embargo, al cabo de 5 años, concretamente en abril de 1985, los veterinarios empezaron a informar de casos de emergencia por parte de la sanidad bovina.
Básicamente, los animales en este periodo enfermaban de forma fatal. Principalmente vacas de más de 4 o 5 años.
En general, mostraban signos asociados a disfunciones del Sistema Nervioso Central (SNC). Esto causó aún más preocupación, ya que se trataba de una enfermedad aún desconocida.
Sin embargo, la enfermedad fue descrita en noviembre de 1986 por algunos investigadores de la época. Había unos ocho casos al mes. Ya en 1987, según Veterinary Record, la revista de la asociación de veterinarios británicos, los casos aumentaron a más de 70 al mes.
Como se puede imaginar, los casos comenzaron a aumentar aún más. Y, ya en el punto álgido de la epidemia, en 1992 y 1993, hubo más de 3.500 casos al mes. Después de casi 10 años, en 2003, el brote comenzó de nuevo, con más o menos 50 casos al mes. Y en 2004, unos 20 casos al mes.
La epidemia
Al principio de la epidemia, la enfermedad de las vacas locas era más frecuente en los animales adultos, machos o hembras. Sin embargo, los rebaños de vacuno de leche se vieron más afectados que los de vacuno de carne.
Sin embargo, se descubrió que el desarrollo de la vaca loca estaba relacionado con la alimentación de los animales. Los investigadores descubrieron básicamente que la enfermedad está asociada al uso de harinas de carne y hueso, muy utilizadas para complementar las raciones.
En otras palabras, los animales que podrían haber sido afectados por la enfermedad, al final fueron «reciclados», para hacer más carne y harina de huesos. Por lo tanto, el uso de esta harina permitió que la epidemia creciera aún más.
Cabe destacar que menos de un gramo de material del sistema nervioso es suficiente para contaminar a un solo individuo.
Afortunadamente, en 1988, el gobierno del Reino Unido aprobó una ley que prohíbe el uso de cualquier rumiante en la alimentación animal. Ya sea ganado, ovejas o cabras.
¿Pueden los humanos contraer la enfermedad de las vacas locas?
Por desgracia, si consumen la carne de un animal contaminado por la enfermedad, los humanos también pueden infectarse. Sin embargo, desarrollan una variante, que se llama enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, o vCJD.
Básicamente, esta enfermedad también está causada por priones. Sus síntomas son muy similares a los de la enfermedad de las vacas locas.
Lo peor es que las enfermedades priónicas son incurables y el tratamiento sólo se dirige a retrasar y controlar los síntomas. Y, generalmente, pueden causar la muerte del individuo en menos de un año tras la aparición de los síntomas.
Y sí, la enfermedad puede transmitirse de un ser humano a otro. Por ejemplo, a través de transfusiones de sangre, contacto con instrumentos quirúrgicos contaminados, herencia genética, etc. Sin embargo, afortunadamente, su incidencia anual es de un caso cada dos millones de personas.
Síntomas en humanos
- Problemas psiquiátricos
- Problemas de coordinación muscular, como el equilibrio y el habla
- Espasmos musculares
- Problemas de audición y visión
- Pérdida de memoria
- dificultades de locomoción
- Demencia progresiva, que puede confundirse con el Alzheimer
Síguenos en GOOGLE NEWS 👈 👈
