Hay varias enfermedades caninas que pueden comprometer la salud de tu amigo. Entre ellas están las que afectan al sistema gastrointestinal del animal. Incómodas y a menudo peligrosas, tanto las enfermedades intestinales de los perros como las que afectan al estómago, por ejemplo, pueden estar causadas por diferentes factores que van desde la ingestión de alimentos contaminados hasta cuadros de estrés o ansiedad. En estos casos, los síntomas más comunes son los vómitos del perro, la diarrea y la deshidratación. Por ello, es importante redoblar la atención y ante cualquier signo de que algo no va bien con tu amigo buscar la ayuda de un veterinario. ¿Tenías dudas? Separamos las principales enfermedades que pueden llegar al sistema gastrointestinal de su perro y que merecen su atención. Echa un vistazo.
La gastritis en el perro se puede evitar con una alimentación equilibrada y adecuada a la edad de la mascota
No es raro encontrar un perro con gastritis, sobre todo cuando se trata de un animal que no sigue una dieta equilibrada y saludable. Esto se debe a que una rutina de alimentación inadecuada puede favorecer la inflamación de la mucosa que recubre el estómago, dando lugar a la afección. La enfermedad es bastante común en perros de la raza Bulldog, Maltés y Shih Tzu y puede aparecer en cualquier etapa de la vida del animal. Por ello, es importante prestar atención a síntomas como: vómitos, dolor abdominal, falta de apetito, pérdida de peso y diarrea.
Al notar cualquier signo fuera de lo normal, es importante buscar un veterinario para que se haga el diagnóstico mediante una endoscopia y se inicie el control de la enfermedad. Por lo general, el médico indicará cambios en la dieta del perro.
Pancreatitis canina: los alimentos grasos son los principales causantes de la enfermedad
La pancreatitis canina es una enfermedad grave que puede adquirirse por algunos motivos. La principal de ellas es la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos y grasas. Es decir: ese trocito de pastel o galleta que te empeñas en dar a tu amigo puede provocar una inflamación del páncreas, causando la famosa pancreatitis en los perros. En general, los signos clínicos más comunes de la enfermedad son fiebre, falta de apetito, dolor abdominal y jadeo. Los vómitos o la diarrea del perro también pueden ser una señal de que la salud de tu amigo está deteriorada. En este caso, un recuento sanguíneo completo y una ecografía del abdomen pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad. El tratamiento se realiza casi siempre con analgésicos para el dolor y antibióticos para mejorar la función pancreática del animal. Por eso, la mayoría de las veces, la hospitalización es recomendada por los veterinarios.
Gastroenteritis en perros: el diagnóstico precoz es esencial
La gastroenteritis canina es una enfermedad de los perros que puede adquirirse de diferentes maneras. Puede ser viral, bacteriana e incluso por intoxicación o inflamación. Pero independientemente de la variación de la enfermedad, una cosa es cierta: no tarda en dar sus primeros signos. Los casos sencillos de vómitos que evolucionan hacia la diarrea, combinados con la falta de apetito y las heces con sangre, pueden indicar que su mascota está sufriendo el problema. En este caso, el tratamiento puede variar según el caso del animal. Cuando la enfermedad es bacteriana, es habitual que el tratamiento se base en antibióticos y vitaminas. En los cuadros inflamatorios, también se pueden prescribir otros medicamentos.
La colitis canina es muy común en animales en la fase adulta
Una de las principales causas de malestar y cuadros de diarrea, la colitis en los perros es el resultado de la inflamación de la mucosa intestinal del animal. Común en la fase adulta de los animales, la enfermedad puede presentarse de dos formas: aguda o crónica. En la primera, los síntomas suelen ser repetidos y de larga duración. En la segunda, el cuadro puede prolongarse durante unas tres semanas o ser recurrente. Su origen, la mayoría de las veces, está relacionado con alergias alimentarias en perros, parásitos y estrés. Los síntomas más recurrentes de la enfermedad son la presencia de moco o sangre en las heces, diarrea, pérdida de peso y deshidratación. En cuanto al tratamiento, suele hacerse con dietas especiales ricas en fibras y probióticos. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario el uso de antibióticos.
La giardia en perros provoca vómitos, falta de apetito y dolor abdominal en el animal
Aunque no es una enfermedad gastrointestinal, provoca muchos efectos en este sistema del perro. Causada por un protozoo que actúa en el torrente sanguíneo, la giardia en los perros se produce por el contacto directo con las heces de un animal contaminado. También existe la transmisión por la lactancia, cuando el cachorro si contagia por la lactancia materna. Provoca vómitos, apatía alimentaria e incluso diarrea sanguinolenta, es decir, cuando hay presencia de mucosidad o pequeños quistes. Además, el malestar, la pérdida de pelo, los gases y la deshidratación pueden indicar que tu cachorro está contaminado.
A pesar de parecer inofensiva, la giárdia canina cuando no es tratada puede ser fatal para su perro, principalmente para los que todavía son cachorros, fase en que la enfermedad es más agresiva. Por lo tanto, debe evitar exponer a su perro a lugares públicos, con otros animales, en los que se sospeche la presencia de la enfermedad y realizar visitas frecuentes al veterinario. Considere también la posibilidad de administrar la vacuna contra la giardia, que no es una inmunización obligatoria. El tratamiento de la enfermedad suele realizarse con antibióticos durante unos cinco a siete días.