Una de las razas de perros grandes que más sufre los estereotipos, el Bull Terrier no siempre es lo que parece. Detrás de los ojos pequeños y la forma ovalada de la cabeza (que los hace famosos por parecer perros bravos) hay un perro con mucho amor para dar. Además de ser fuertes y muy inteligentes, son extremadamente cariñosos y apegados a sus dueños. Por ello, es habitual que no midan esfuerzos para defender a su familia y se ganen la fama de territorialistas. Para evitar que el fuerte temperamento se convierta en un problema, los cuidados deben comenzar en los primeros meses de vida de la mascota. Descubra, a continuación, qué puede esperar del comportamiento del Bull Terrier y cómo tratar con la raza.
Bull Terrier: esta raza es cariñosa, juguetona y apegada
Olvida la vieja historia de que el Bull Terrier es siempre agresivo y violento. De hecho, el Bull Terrier es bastante amable, cariñoso y apegado a los miembros de la familia. Además de ser obedientes, tienen energía de sobra y, por tanto, les encanta jugar. Son los perros ideales para las familias a las que les gusta llevar a su amigo a programas al aire libre. Pero, como ocurre con otras razas grandes y musculosas, el Bull Terrier requiere cierto cuidado con los extraños, los niños y otros animales. Esto se debe a que es territorial y está súper apegado a su dueño. En otras palabras: si entiende que uno de los tutores está en peligro de alguna manera, puede actuar de forma agresiva.
El cachorro de Bull Terrier debe ser criado de forma positiva
Si está pensando en tener un Bull Terrier mini en casa, sepa que es necesario invertir en un adiestramiento positivo desde una edad temprana. Debido a su pasado como perro de pelea, el temperamento de esta raza es fuerte y, si no se controla y se le enseña pronto, puede acabar volviéndose agresivo. Por eso, lo ideal es que se le eduque de forma positiva (nunca utilizando la violencia) y firme, para que entienda que el «líder de la manada» eres tú. Además, es importante prestar atención a los juegos. Como es un animal muy fuerte, puede que no sepa gestionar su fuerza y se exceda. En este caso, es necesario evitar los pasatiempos violentos y brutales, que pueden dar un mensaje equivocado del comportamiento ideal. A los gruñidos y mordiscos de la raza, por ejemplo, no se debe responder con caricias y mimos.
El Bull Terrier también necesita hacer ejercicio para gastar su energía
El combo de energía y fuerza física exige un ejercicio constante en el día a día del Bull Terrier. De lo contrario, el resultado puede ser un perro agresivo y estresado, que se desquitará no sólo con las personas, sino también con los objetos que estén a su alcance. Para evitar este problema, la solución puede ser el jogging y las actividades de alta intensidad. Además, son excelentes para combatir el sedentarismo y la obesidad canina. Por lo tanto, es esencial reservar un tiempo en su rutina para asegurarse de que su amigo podrá ver la calle y caminar al menos una vez al día. Un patio grande y espacioso también es bienvenido cuando se trata de criar un cachorro de Bull Terrier.