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Al igual que ocurre con los humanos, la enfermedad renal en los perros es un problema muy delicado y, en general, aparece de forma silenciosa. Por eso es importante redoblar la atención con tu amigo de cuatro patas, sobre todo si forma parte de algunas de las razas caninas que tienen mayor predisposición a estas enfermedades, como el Caniche, el Beagle o el Golden Retriever. Para ayudarte a entender un poco más sobre ello, hemos preparado un artículo con los principales tipos de enfermedades renales que afectan a los perros y cuáles son las razas más afectadas por cada uno de estos problemas. Haga sus preguntas y aprenda a identificar a un perro con insuficiencia renal a continuación.
Enfermedades renales en perros: los tipos más comunes y las razas más afectadas
Enfermedad renal crónica o aguda:
Tanto en la enfermedad renal crónica como en la aguda, lo que ocurre, básicamente, es una lesión en las nefronas, estructuras encargadas de filtrar la sangre y eliminar la orina. La gran diferencia es que el cuadro crónico dura más de tres meses y es irreversible, pero con el tratamiento correcto es totalmente posible garantizar una buena calidad de vida al perro portador de la enfermedad. Ya el cuadro agudo es más agresivo y se caracteriza por la pérdida de las funciones renales, necesitando tratamiento inmediato para ser revertido.
Aunque las causas de cada cuadro pueden variar, una cosa es cierta: algunas razas de perros tienen mayor predisposición a estos problemas. La enfermedad crónica, por ejemplo, suele afectar a perros de las razas Doberman y Bull Terrier, mientras que la aguda afecta al Golden Retriever y al Caniche.
Cálculo renal
El cálculo renal, también conocido como piedra de riñón, es un problema que también puede afectar a los perros. Esta enfermedad se caracteriza por la formación de cristales en la orina y que, si no se expulsan con el tiempo, pueden convertirse en masas más compactas, que reciben el nombre de «piedras» y suelen localizarse en los riñones del animal. El tratamiento de ese cuadro puede variar desde el uso de medicamentos específicos hasta la intervención quirúrgica, dependiendo de la gravedad de la situación. Como una de las principales causas de los cálculos renales es la propia genética, algunas razas son más propensas a desarrollar esta enfermedad renal en perros, como el Lhasa Apso, el Shih-Tzu y el Caniche.
Insuficiencia renal crónica en perros
La insuficiencia renal en perros es una enfermedad grave que se produce cuando los riñones dejan de funcionar como deberían, comprometiendo la salud del cachorro. Al tratarse de una enfermedad crónica, esta enfermedad no tiene cura, pero debe ser tratada en cuanto se sospeche que el perro está con la enfermedad. Con el tratamiento correcto y el seguimiento de un profesional, es posible asegurar una buena calidad de vida para su amigo de cuatro patas.
Además, cabe señalar que la insuficiencia renal en los perros suele aparecer sólo en la vejez. Sin embargo, algunas razas, como el Rottweiler y el Beagle, tienen una mayor predisposición genética a la enfermedad, por lo que es importante redoblar la atención a estos perros.
Insuficiencia renal en perros: 8 síntomas a tener en cuenta
- Aumento del volumen de orina
- Aumento de la ingesta de agua
- Cambio de apetito
- Vómitos del perro
- Pérdida de peso
- Alteración del color de la orina, que tiende a ser más clara
- Mal aliento
- Convulsiones
Insuficiencia renal: los perros necesitan un tratamiento adecuado
Al notar uno o más síntomas de insuficiencia renal en los perros, es esencial para tomar su perro para una consulta con un veterinario para saber lo que está sucediendo, de hecho. Si la enfermedad se detecta todavía al principio, el perro con insuficiencia renal suele pasar por tratamientos más tranquilos, que se basan en la fluidoterapia (suero) y en medicamentos específicos para la protección del estómago y del hígado. Sin embargo, si el cuadro del animal ya está más avanzado, es más difícil corregir este problema y son grandes las posibilidades de tener que someter al perro con insuficiencia renal a procedimientos como la hemodiálisis. Pero recuerde: todo el proceso de tratamiento debe estar siempre acompañado por un profesional y, en este caso, preferiblemente un especialista en nefrología.
